San José

Valioso libro en el que el autor pone a san José como modelo de la paternidad, que hoy está en crisis en bastantes ambientes, sobre todo en Occidente. Lleva como subtítulo: "acoger, proteger y alimentar".

Un padre amado, un padre en la ternura, en la obediencia y en la acogida; un padre de valentía creativa, un trabajador, siempre en la sombra: con estas palabras el Papa Francisco describe a san José de una manera tierna y conmovedora. Lo hace en la Carta apostólica Patris corde, publicada hoy con motivo del 150 aniversario de la declaración del Esposo de María como Patrono de la Iglesia Católica. 

José es llamado «el hombre del silencio» pues no se cita ni una palabra suya en todos los Evangelios canónicos. También es llamado Patrono por designación papal y su papel es el de «Nuestro Padre y Señor ». Maestro de Jesús en su trabajo, maestro de oración para nosotros. Y, sin embargo, conocemos poco y queremos conocer más de su andar, de su hablar, de su decidir, de su vivir, de su morir. La historia ayuda algo a conocer su ambiente y el porqué de muchas decisiones audaces o sencillas.

Revela el libro cómo la armonía sobrenatural de sus acciones y silencios bien pudiera ser lo que un santo del siglo XX llamó unidad de vida. San José, se convierte así en modelo de esposo, de padre, de trabajador y de ciudadano que, en la vorágine de una época llena de difíciles acontecimientos, supo llevar a cabo la misión más sublime que jamás cupo a hombre alguno: custodiar al Redentor y a su Santísima Madre.

Este es el relato de unos hechos que ocurrieron en los meses previos e inmediatos al nacimiento del Mesías y de lo que anidaba en el corazón de la mujer que lo llevó en su vientre durante 9 meses, cuando el mundo aún no había cambiado, cuando moría ya la era pasada y alumbraba apenas esta era nuestra que durante veinte siglos ha proclamado y negado, denigrado y amado al Salvador.

En esta historia novelada de José de Nazaret, el autor emprende la formidable tarea de rehacer no sólo la vida del Santo Patriarca, sino también el entorno en que se desarrolló: las dificultades que presentaba el ambiente familiar, impregnado del exigente espíritu de raza; el clima de tensión con el que los judíos esperaban la vendia del Mesías...