El esbirro narra la vida de un joven ruso, educado en orfelinatos y escuelas estatales bolcheviques. Por su reciedumbre, valentía, ambición y cualidades de líder, fue jefe de la Liga Comunista Juvenil. Fue además reclutado, junto a otros veinte jóvenes, para hacerse cargo de una división especial de la policía que perseguía brutalmente a los grupos de creyentes, es decir, a los cristianos clandestinos, a los que el comunismo ruso consideraba como un enemigo público. Sergei Kourdakov, desengañado del sistema comunista, huye de Rusia.