Balthus es uno de los artistas más valorados en el siglo XX (1908-2001) por su sensibilidad y estilo personal que lleva a la interioridad. Siempre atraído por el misterio de la belleza y buen conocedor del arte oriental. De origen polaco siempre se manifiesta como creyente en un mundo no dado a ello. Amigo personal de famosos como Picasso, Modigliani, Giacometti, Rilke, o incluso de directores y actores como Fellini, R.Ghere o Sharon Stone.
Balthus dictó estas memorias cuando su vida ya se acababa, que desvelan el sentido de su vida y su búsqueda de la perfeción como acercamiento a la Maravilla de la Belleza. Un hombre que busca el silencio para recibir el don de la acción creadora. Además del silencio, tan presente en su vida y en su obra, toca otros muchos temas vitales como la misión del artista, el conocimiento propio, el papel de la fe en el arte, la muerte, el cristianismo, o Juan Pablo II al que ve como un santo que Dios envía a este mudno desorientado. Es una grata sorpresa comprobar que en el mundo del arte hay verdaderos creyentes, gente de mundo pero no mundana.
Se trata de un pequeña joya que ayuda al silencio, a la contemplación y a ver la alianza entre el arte y el espíritu.
JOL.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2014 | Debolsilllo |
256 |
978-84-9062-389 |