Ensordecedor

Frances Itani ha compuesto una espléndida alegoría en torno a la sordera, en la que la minusvalía física de su protagonista da pie a la sordera metafórica que afecta a todos los que, debido a las duras experiencias de la vida, se van aislando del mundo exterior.

A principios del siglo XX, en un pequeño pueblo canadiense , la desgracia cae sobre una familia de origen irlandés cuando la pequeña Grania se queda sorda tras haber enfermado de escarlatina. Agnes, su madre, hace todo lo posible para que su hija reciba una educación normal, pero Grania sólo obtiene muestras de rechazo y crueldad en el colegio. A los nueve años, ingresa en una escuela para sordomudos en Belleville y a la desgracia de estar alejada del su familia se une la del diagnóstico del médico: su sordera es total y definitiva. Años más tarde, y convertida ya en una eficiente enfermera, Grania conoce a Jim, el alegre ayudante del doctor Whalen. Pero cuando Grania se casa y cree que por fin ha alcanzado la felicidad, Jim es llamado a filas para luchar en la Primera Guerra Mundial...