El conde Hector de Sainte-Hermine, último vástago de un aristócrata guillotinado por la Revolución, ha de vengar las muertes de su padre y de su hermano (éste muere por intentar liberar a María Antonieta), recogiendo así el testigo de la maldición familiar: dar la propia vida para restaurar la Monarquía. Asistimos aquí a la forja de este héroe.