En los días finales de la II Guerra Mundial, ante el avance de las fuerzas británicas el ejército japonés se retira de sus posiciones en Birmania. En su huida, una compañía al mando de un capitán que es músico profesional, forma una pequeña orquesta y coro. De entre ellos, un joven cabo, con su improvisada arpa birmana, mantiene la moral de sus compañeros en los momentos de mayor peligro. La novela difunde la idea de que a través de la cultura es posible reforzar los lazos de afecto y solidaridad entre los pueblos.
