Paradigma de que la infidelidad empieza por una tontería.

Jefe de estación Fallmerayer

A pesar de que el jefe de estación Fallmerayer no tenía un carácter propenso a fantasear, le pareció que aquel era un día marcado por el destino de una manera muy especial y, mientras miraba hacia fuera por la ventana, empezó a temblar de verdad. Dentro de treinta y seis minutos pasaría el tren rápido que iba a Merano. Dentro de treinta y seis minutos—así le pareció a Fallmerayer—la noche sería completa. Y aquí empieza lo que el jefe de estación nunca imaginaría.

Valoración CDL
3
Valoración Socios
Valoración Socios: 
3
Average: 3 (2 votes)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

2 valoraciones

Género: 
Suscribirse a RSS - Paradigma de que la infidelidad empieza por una tontería.