Aitana

La novela tiene cierto parecido a las antológicas narraciones de Fred Uhlman Reencuentro y Un alma valerosa, que también relatan la correspondencia entre dos jóvenes alemanes separados por la raza y la guerra, pero no me parece que alcance la calidad literaria de aquellas. Sin embargo ésta sí es muy efectista e impactante como mensaje de advertencia contra el nazismo y tiene además el mérito de haberse anticipado a lo que había de ocurrir, pues no hay que olvidar que se publicó en 1938, cuando aún la legislación y la persecución de judíos no estaba abiertamente declarada.

Su estilo es abierto, directo, sencillo y efectista. La escasa trama va a desembocar en un final imprevisto. Y en cualquier caso, la narración sirve de atractivo vehículo para denunciar el atropello nazi y para enmarcar el drama personal de los protagonistas.

(de Ángel García Prieto)

Breve, brillante... pero poco verosímil. No porque lo que lamenta no pueda ocurrir (¡ocurrió! y el libro fue profético) sino porque el personaje de Martin es poco creíble: o no era el amigo que se pretende en la primera carta o su transformación es demasiado rápida y artificial.
La reacción de Max mediada la novela ejemplifica bien, por desgracia, lo que sigue siendo de actualidad: fuera del Cristianismo no hay perdón.

Yo diría que nos encontramos con la historia de siempre: "Me has hecho daño y yo me vengo". Parece como si tuviéramos que encontrarnos siempre con la Ley de Talión allí donde les pasa algo a los judíos. Es un poco triste pero es el resumen de este breve libro.

Un breve intercambio de correspondencia es suficiente para llamar la atención de lo que está ocurriendo en la Alemania nazi. Este libro es una pequeñita joya de la literatura contemporánea que hace pensar en cómo es el hombre. Se lee en un momento y merece la pena.