13 de Noviembre a las 19:00 H.
Barcelona.
Homer Macauley trabaja como mensajero para una compañía de telégrafos y se convierte en testigo de la vida cotidiana de los habitantes de Ithaca, una pequeña población del valle de San Joaquin, en California, que ve como muchos de sus soldados, en plena Segunda Guerra Mundial, no regresan del frente. Cada telegrama que entrega es el nuevo anuncio de una nueva víctima, una ventana que se cierra en el entorno familiar del desaparecido
Comentarios
hace mucho tiempo que no leía. llegó a mis manos este libro casi de casualidad durante un viaje. quede cautivado desde el primer capítulo. no pude dejar de leer y leer y si hubieran sido mas capítulos no me habría importado. me pasaron, he pensado, he visto, etc. muchas de las situaciones contadas en este hermosos libro. mis hijos tendrán que leerlo. lo recomiendo.
Merece la pena releer esta novela, un clásico de la literatura contremporánea. El contenido responde muy bien al título: la comedia humana se desarrolla en todos los teatros del mundo y muestra lo mejor de las personas en situaciones difíciles. Resume muy bien lo que sucede en esa comedia el tendero armenio que ve como su hijo no está satisfecho con las muchas cosas que le da (manzana, naranja, chocolate): eso mismo nos pasa a nosotros con Dios. La comedia humana es una divina comedia, no se entiende sin referencia al más allá, a Dios, a la bondad que reclama el ser criatura. Los personajes están muy bien tratados, parecen gente que conocemos, que contrastan con la maldad de la guerra, algo lejano, pero que nos afecta muy de cerca.
Narrativa contemporánea estadounidense con mucho contenido y gran belleza formal. Un libro ameno, fácil de leer. Presenta una situación difícil en una familia, sin transmitir excesivo dramatismo; es el retrato de la familia Macauley, una familia unida, que se quiere y que lo demuestra. La novela transmite lo rápido y doloroso que resulta crecer en medio de la adversidad. También contiene capítulos repletos de ternura, de honradez, de buenos y bellos sentimientos.
Utópica y revolucionaria. Eso es la novela, una novela que no es sino una pasarela de personajes extraordinarios que aman, y esa es la gran revolución. es una genial representación de la comedia humana, eso sí, sólo se admiten idiotas, en el sentido noble y excelso que tiene esta palabra, es decir, en el sentido que le da Dostoievsky. Veo a Homer sobre su bicicleta, a Ulises colgado boca abajo y mirándolo todo tan de cerca..., al niño tonto que no sabe leer, al telegrafista borracho y al director de la compañía, a la profesora de historia antigua... todos aman, por eso sus vidas son extraordinarias, grandiosas, humanas. Me dejó y recomendó con insistencia el libro un amigo. Lo empecé a leer el viernes por la noche y la lectura me absorvió tanto que sólo lo dejé cuando apenas quedaban treinta páginas. Esta mañana lo acabé, y como mi amigo, os lo recomiendo; por la sonrisa que os acompañará durante esas dos horas de lectura, por lo ecantador que resulta descubrir en una novela, cosa rara, personajes inolvidables sólo porque saben amar...
Una novela muy interesante. El estilo narrativo no es el comunmente encontrado en otros libros de su género, pero me parece el más apropiado para narrar esta historia. Situado en Ithaca (EEUU) durante la II Guerra Mundial , relata diversas historias de los habitantes de esta ciudad. Son historias sencillas que van dándonos diversos puntos de vista de personas diversas: la inocencia de los niños, el proceso de maduración del protagonista adolescente, la vida de los soldados, las reacciones ante la muerte...
En definitiva, merece la pena.
Inocencia y bondad en medio
Inocencia y bondad en medio de las dificultades de la vida son los rasgos más característicos de este cuento; por eso calificarlo como novela se queda muy corto y habría que verlo -mutatis mutandis- como un tratado de antropología y ética social.
Saroyan refleja el carácter americano en la vieja California de su niñez, en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Una tierra de acogida para inmigrantes de medio mundo -Saroyan es de origen armenio- donde todavía se aprecian y se viven las virtudes cristianas.
Sin embargo América ha cambiado desde entonces, nada es tan inocente ni bondadoso y Saroyan también cambió después de publicar el libro que le dió tanta fama.
Se trata de un "libros sencillo" y en eso está su grandeza. Sin grandes complicaciones ni retorcimientos. Los personajes están muy bien logrados y se hacen familiares. Ahonda en el sentido de la vida haciendonos reir con situaciones graciosas como la del cepo. Es el tipico libro en el que no "pasa nada" pero que engancha.
El autor nos cuenta una historia más en torno a la segunda guerra mundial. El caso de una familia americana en la que el padre ha fallecido y el hijo mayor ha sido llamado a filas. El protagonista es el segundo hermano que en la edad de la adolescencia toma la responsabilidad de ganar un dinero para ayudar a su madre.
En el trabajo -ante las dificultades que debe de afrontar- se ve cómo el chico va madurando; su reacción ante las tragedias de la guerra; como ayuda a un hombre mayor que trabaja con él..., en fín, expresa un gran humanismo en el protagonista y en las personas que le rodean. Una gran obra.
El autor, narra de forma simpática la vida Hommer y todos los personajes que le rodean: su familia, los personajes del colegio, las personas con las que trabaja en la compañía de telégrafos. Él es el protagonista de una historia en la que tiene que mantener a su familia porque no tiene padre y su hermano Marcus está en el frente. Es un adolescente que, con el transcurso de los acontecimientos profundiza y se pregunta sobre las cuestiones existenciales de la vida: cómo dar sentido a las cosas que le suceden: un hermano pequeño al que quiere con locura y que todavía no entiende la muerte del padre, unos compañeros de trabajo que viven, en su propia existencia, situaciones de sufrimiento pero que se conmueven con este joven muchacho que sólo busca ayudar y colaborar con la construcción de un mundo más justo.
A lo largo del libro vemos cómo Hommer va madurando, dando cuerpo a sus sentimientos y pensamientos más profundos y a las cuestiones que, en tantas ocasiones, no tienen una respuesta que nos deje satisfechos.
Esta pequeña novela es entretenida, resalta valores humanos importantes (la honradez, solidaridad, cariño, etc.) y nos deja ver de qué manera la persona va construyendo el mundo con sus pequeñas aportaciones. Todos los protagonistas de este libro transmiten algún mensaje positivo y cargado de bondad y ternura. Además, la trama del libro es simpática, sencilla y profunda.
Nos cuenta esta novela una historia -aunque casi habría que decir que cuenta tres o cuatro historias- que transcurre en tiempo de guerra y con el transfondo de la guerra. Sin embargo el relato transmite paz. La bondad de Homer, que a sus 14 años tiene que echarse la familia a la espalda, porque su padre murió y su hermano mayor está movilizado, es proverbial. Y al mismo tiempo la indefensión y fragilidad que transmite nos hace sentir ternura hacia él. Su hermano Ulyses es un encantador chavalín de cuatro años que está descubriendo la vida, y en su natural ingenuidad, de pronto se encuentra con el miedo. Y Spangler, el jefe de la oficina de correos es una persona buena, de las que quedan pocas; de enseñar. Todo el relato respira el contraste entre la vida tranquila de una ciudad pequeña y olvidada, y la tensión apenas perceptible de la guerra. Del final me gustaría decir algo pero no quiero estropear la lectura a quienes tengan intención de hacerlo. Refrescante y agradable. Aconsejo su lectura.