Delicioso suicidio en grupo

Miles de finlandeses se lanzan cada año por un precipicio o inhalan dióxido de carbono del tubo de escape. Precisamente el día de San Juan, la fiesta de principios del verano, Onni Rellonen, un empresario en crisis, decide poner fin a su vida. Pero apenas ha encontrado un granero apartado, unos ruidos lo detienen. Onni salva a otro visitante del granero, el coronel Kemppainen, un viudo que había decidido matarse ese mismo día. Ambos renuncian al común propósito y empiezan a charlar sobre los motivos que les impulsaban. Toman una sauna, beben coñac y empiezan a tutearse, hasta que se rinden ante la evidencia: existe un gran número de candidatos al suicidio. Nace así una larga amistad y la idea de fundar una asociación de «aspirantes a suicida». Así, treinta y tres compañeros deciden partir, en un flamante autocar, en busca de un suicidio colectivo digno: cruzarán Europa hasta encontrar el mejor acantilado desde el que lanzarse deliciosamente al vacío.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2007 Anagrama
280
978-84-339-7120-3
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
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Comentarios

Imagen de Pilarica

Una "road movie" para reflexionar sobre el suicidio de la manera mas divertida. Es la constatación de que Finlandia pese a tener el índice de suicidios mas alto, sus habitantes tienen también una buena razón para no deprimirse. Los protagonistas tras encontrarse posponen el suicidio, inician una relación de amistad tras reflexionar sobre el tema y deciden ayudar a otras pesonas que se encuentran las mismas circunstancias. Se puede uno entretener con distintos pasajes como: la creación del club de los suicidas, la descripción del intento de suicidio, el paso del ideal pacifista al entusiasmo en la pelea o la descripción de la sociedad finlandesa. En suma es muy entretenida.

Imagen de fcrosas

La idea es ocurrente; brillante, incluso. Pero lo que hubiera sido un buen cuento largo o novela corta es estirado excesivamente. La trama no da para tanto. El humor es inteligente y provoca la sonrisa. Es cuestionable, sin embargo, que algo como el suicidio pueda ser tratado de esta forma, que no deja de ser superficial.

Imagen de ion

El contenido responde a la originalidad del título y se disfruta leyéndolo. Te ríes mucho -en ocasiones, con un humor cercano al de Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza- y te hace pensar sobre la vida y lo difícil que es vivirla sin algo trascendente que le de sentido. Es aleccionador el ejemplo de los dos enfermos terminales que deciden abandonar el grupo y dedicar los días de vida que les quedan a cuidarse mutuamente: no hay nada como salir de uno mismo y empezar a pensar en otro.
En definitiva, un buen libro. Le puse una A en mi lista.