El sueño eterno

Publicada en 1939, EL SUEÑO ETERNO supuso la fulgurante irrupción de Raymond Chandler (1888-1959) en el ámbito de la novela negra. Tomando como modelo en muchos aspectos a Dashiell Hammett, principalmente en la concepción de esta clase de relatos como reflejo y crítica de una sociedad más que como propuesta de acertijo o enigma a resolver, Chandler inició con su apuesta por su detective Philip Marlowe, con su inconfundible sentido del humor, una de las vetas más ricas del género. En «El sueño eterno» -novela repleta de nervio y de ingeniosos diálogos- es un caso de chantaje el que lleva a Marlowe a asomarse a las alcantarillas de una sociedad en apariencia espléndida.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2002 Alianza
240
1990 Debate
203
Valoración CDL
3
Valoración Socios
2.666668
Average: 2.7 (3 votes)
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Chandler tenía formación literaria. Las frases están trabajadas una a una hasta el final de la novela. Si hay algún motivo para volver a leerla, una vez destripado su misterio, es para disfrutar de sus frases y no menos de las comparaciones que utiliza, chocantes y llenas de humor. Cito dos de ellas. En cierto lugar habla de un hombrecillo que "tenía ojos brillantes que querían parecer duros y parecían tan duros como los de una vaca viendo pasar el tren". En otro momento se encuentra en el tocador de una dama y añade: "Un lugar de encanto y seducción, artificial como una pata de palo". El contraste entre "encanto y seducción" y la "pata de palo" resulta brillante y humorístico. Pero esto son sólo dos muestras. También introduce algún aforismo o reflexión sapiencial. La trama de la novela es complicada y los personajes numerosos. La reina de la novela de misterio, Agatha Christie, siempre defendió que el argumento de la novela de suspense fuera sencillo; unidad de lugar para la acción y un número de páginas accesible a los lectores más perezosos. Esto no se produce en Chandler, que multiplica sus personajes y luego resulta que le sobra alguno, inventa tramas accesorias y alarga las páginas. Esto no quiere decir que sus personajes no estén bien caracterizados porque sí lo están. En ocasiones proporciona al lector una breve descripción del entorno geográfico y meteorológico, que Simenón nos ha enseñado que resulta importante para ambientar al lector. No califico esta novela con un tres por las incursiones en materia sexual. No obstante la novela se publicó en 1939, cuando todavía existía censura en los Estados Unidos, por lo que las referencias de tipo sexual no tienen nada que ver con lo que se publica hoy.

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Esta novela, publicada en 1939, fue llevada a cine por Howard Hawks con guión de William Faulkner, y Humphrey Bogart y Lauren Bacall, como protagonistas. El detective Marlowe es contratado por el general Sternwood para que aclare un chantaje confuso que afecta a una de sus hijas, la infantil y alocada Carmen. Parece un asunto nimio que no justifica ninguna investigación, y enseguida descubre Marlowe que existen en la familia misterios más graves. La otra hija del general, Vivian, casada tres veces, ha visto cómo desaparecía recientemente su último marido sin dejar rastro. Pero Marlowe es un profesional, y centra sus pesquisas en el autor del chantaje, un oscuro librero que trafica con libros obscenos. La trama se complica pronto con dos asesinatos, un nuevo chantaje y otro crimen mortal. El detective asiste impasible al ir y venir de pistolas. Su temperamento un tanto cínico, su altanería –"mi índice de indisciplina es alto"-, sus detestables modales generan rechazo a su alrededor. Parece un duro sin escrúpulos –"es usted el animal más insensible que he conocido", le suelta Vivian-, pero justifican su conducta los sucesivos intentos de seducción, extorsión e intimidación a los que se verá sometido. Por encima del ingenio y complicación de la historia, brilla la frescura de los diálogos, llenos de inteligentes réplicas, mordaces observaciones y un sentido del humor desgarrado y muy personal. En los ambientes violentos que frecuenta Marlowe, donde corre el dinero sin sentido generando placer pero también dolor y muerte, "muchos hombres mueren prácticamente por nada". Sólo la sangre fría, la experiencia y un sentido común arrollador lograrán la supervivencia del detective en esa jungla.