Los últimos días de Pompeya

Pompeya, año 79 d.C. Glauco, Diones, Nydia y Arbaces viven los cuatro días previos a la erupción del Vesubio, ajenos
al trágico final que su furia les depara. La ciudad que fuera símbolo del emergente poder del Imperio Romano está a punto de convertirse en leyenda. Intrigas, conspiraciones, amores y traiciones llenan las páginas del trepidante relato de uno de los momentos clave para el futuro de la cultura occidental. Una imprescindible referencia para los fans de la novela histórica y de aventuras.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2010 Planeta
424
978-84-08-09580-4
Valoración CDL
3
Valoración Socios
2.5
Average: 2.5 (2 votes)
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Comentarios

Imagen de enc

Es una novela escrita en aquella época en la que a los ingleses les fascinaba Italia (S. XIX). Recuerdo haberla leído en la Colección Historias -extractada para chicos- cuando era joven y me gustó. Recientemente he intentado leer la versión íntegra y me ha sido imposible. Muy descriptiva y documentada, pero le falta argumento.

Imagen de acabrero

Es una novela antigua. El ritmo es muy lento. Incluye poesías y canciones que no tienen ningún interés y rompen el escaso ritmo de la acción. La excusa, la destrucción de Pompeya, es marginal en esta obra, quizá porque el autor conocía mucho menos de lo que hoy se conoce sobre la tragedia. Se plantea como el encuentro entre la sociedad romana, concretamente la pompeyana, especialmente superficial y hedonista, las religiones egipcias, muy de moda en esos momentos en el imperio, y los primeros conversos cristianos. Se exagera el papel y la relevancia de los sacerdotes de Isis, ricos, descreídos y obscenos, para contrastar con los primeros cristianos, humildes y pobres. Y por otro lado la superficialidad de los romanos que desean el circo y la sangre como si les fuera la vida en ello. En definitiva, planteamientos muy exagerados para poner dramatismo en una historia que se desarrolla al margen del Vesubio, que está presente pero que no actúa hasta las últimas páginas, dejando en el lector la decepción, teniendo en cuenta lo que le ofrecía el título.