Al otro lado del puente

Katie Connely siempre ha vivido en San Francisco. Su difunto padre trabajaba en el Golden Gate, y las numerosas historias de cómo salvaba a los suicidas siguen atormentándola. Cuando le piden que escriba sobre la historia del puente, su investigación la llevará a encontrar un diario secreto escondido en el escritorio de su padre. Las palabras del diario hablan de un anillo de compromiso y de una historia de amor, pistas que pueden servir de respuesta a sus problemas sin resolver. 

Mientras tanto, Dave Riley, un ejecutivo de Nueva York, se enfrenta a sus propios problemas. Aferrándose a una última esperanza después de que la tragedia haya golpeado a su familia, decide perseguir un sueño que se ha convertido en una obsesión: cruzar el Golden  Gate en moto el Cuatro de Julio. Por alguna misteriosa razón, ¿tendrá el Golden Gate las respuestas que tanto Katie como Dave están buscando? Dos costas, dos extraños y un puente que los atrae de manera misteriosa. 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2018 Palabra
430
978-84-9061-770

Traducción de Almudena Ligero

Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
Average: 3 (3 votes)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

3 valoraciones

Género: 

Comentarios

Imagen de polvorista

Es una novela, en mi opinión bonita, emotiva y con una carga humana notable. Son dos historias simultáneas y separadas que las une el puente Golden Gate de San Francisco. De una parte la investigación de una joven historiadora sobre el papel de su padre fallecido en un accidente cuando construía el puente y de otro un padre de familia que trata de reconstruir su vida tras una tragedia familiar. Tiene ritmo, no decae y las soluciones de los hechos son naturales. Al igual que su novela anterior, "Un lugar para la esperanza", trata de destacar el optimismo.

 

Imagen de amd

Novela de corte tradicional, con toques románticos, sobre la pérdida de los seres queridos y la superación personal del dolor y de la muerte. La trama se desarrolla, de forma alternativa,  narrando la historia de los dos protagonistas: Katie Connelly, una investigadora en Historia que trabaja en la Universidad de San Francisco, y de Dave Riley, un ejecutivo de Nueva York, con buena posición económica y familiar, pero que sufre un duro golpe en un trágico accidente de coche .

Desde el punto de vista narrativo, la vida de Katie está contada en primera persona por ella misma, a modo de diario. En esas páginas, con la tipografía en cursiva, rememora la vida de su padre, fallecido hace dos años por intentar salvar a un suicida en el Golden Gate. Su padre, soldador y uno de los operarios de mantenimiento del puente, había conseguido salvar hasta veintiocho vidas durante sus años de trabajo.  Katie (huérfana de madre desde pequeña), al perder a su padre -su último apoyo-, se encuentra sola, perdida,  incapaz de encontrar el sentido de su vida. Solamente el recuerdo de sus consejos (los llamados “consejos del Puente”) lograrán restituir su fuerza interior para seguir adelante: “Juntos haremos lo imposible” y “La excelencia genera excelencia”, entre otros.

Con respecto a la historia de Dave Riley, está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, capaz de adentrarse profundamente en sus pensamientos y en sus sentimientos, tras la tragedia que sufre en un accidente. La superación de la pérdida de los seres queridos supondrá un viaje solitario, triste y reflexivo, en el que ni siquiera sabe si encontrará respuestas que le ayuden a superar el dolor. Tras una vida ajetreada y frenética, llena de exigencias laborales y familiares, se encuentra solo y perdido a punto de cumplir cuarenta años. Sus deseos de esperanza y libertad se materializan en conseguir una hazaña personal: cruzar en moto el día cuatro de julio el puente Golden Gate, en el que trabajó su abuelo.

Se trata de una obra entretenida y de fácil lectura, en la que se plantean de forma amable  sucesos trágicos que generan  problemas de difícil solución. Aunque los personajes cuentan a lo largo de la novela con la ayuda y la comprensión de sus amigos y parientes más cercanos, la lección final es que cada uno debe buscar su propia fuerza interior, la voluntad personal necesaria para enfrentarse a las situaciones más adversas. Como recuerda Katie en las primeras páginas que marcan el relato,  el padre Muldowney (su sacerdote) solía citar a un monje del siglo XVI que decía: “A pesar de nuestras debilidades, faltas y pecados, nuestro corazón resplandece con una luz interior” (p. 11).