Testamento de juventud

Relato autobiográfico, que constituye la primera parte de las memorias de su autora Vera Brittain (Newcastle-under-Lyme, 1893- Winbledon, 1970), escritora inglesa, anglicana, pacifista y feminista. En esta primera parte, la acción abarca hasta el año 1925 y en ella recoge todas sus vivencias de juventud, tal y como propone el título. Aunque la autora reconoció que, originariamente, su intención era escribir una novela, fue incapaz de conseguir la distancia objetiva necesaria para sus personajes y decidió dar forma al relato siguiendo las notas de sus diarios y sus cartas. En definitiva, tenía una idea muy clara desde el principio: “Si la guerra me perdona la vida, mi único objetivo será inmortalizar en un libro nuestra historia y la de nuestros amigos”, decía en una carta a su hermano Edward. Así, este deseo, casi una promesa, se convirtió en uno de los libros de memorias más famosos en el siglo XX sobre la Primera Guerra Mundial.

La autora, nacida en la última década del siglo XIX, en el seno de una familia acomodada del interior de Inglaterra, destacó desde sus primeros años por una mentalidad innovadora y liberal, y por su deseo de adquirir una formación universitaria a pesar de los límites de la vida provinciana. Así, en 1914 inició sus estudios en Oxford, pero estos se vieron truncados por el comienzo de la guerra y por su voluntad de ser útil como enfermera durante la contienda. La descripción pormenorizada de la vida de las mujeres (con anécdotas en el ámbito familiar, en las relaciones escolares, en los colegios y en la universidad, y especialmente en los hospitales donde trabajó), unida a la sinceridad en la expresión de sus sentimientos más profundos (primer amor y cariño fraternal, dolor y compasión, tristeza y humanidad), hicieron de esta obra un éxito rotundo. Publicada finalmente en 1933, la primera edición se agotó en pocas semanas y se considera un referente de la literatura inglesa.

Como afirma el editor, “a pesar del interés de la autora por ajustarse al marco histórico de lo sucedido y a los datos reales”, el estilo sencillo y cercano se aproxima en múltiples ocasiones al lenguaje poético, con una adjetivación cuidada y precisa, acompañado de fragmentos de varios poemas y autores recogidos a lo largo de toda la obra.  Las memorias de Brittain continuaron en Testamento de experiencia, publicado en 1957, donde abarca el período comprendido entre 1925 y 1950. Completando este recorrido histórico personal, también publicó en 1940 Testamento de amistad, donde recoge la memoria de su colega y amiga Winifred Holtby. Por todos estos escritos, se considera a la autora como una pionera de la literatura feminista, que luchó para que la mujer pudiera conseguir una carrera universitaria y un trabajo independiente dentro de la sociedad.