Lituanos junto al mar de Láptev

Este es el estremecedor relato de la autora que, cuando tenía 14 años, fue deportada al Ártico con su madre y su hermano. Su padre, separado de ellas, murió en un campo de concentración en los Urales.Ella consiguió sobrevivir, huir con su madre y regresar a Lituania, pero allí siguieron acosándola, a pesar de su heroica labor como médica. 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2020 Ciudadela-Palabra
283
978-84-15436-40-9

Buena edición en rústica, se lee con comodidad, traducción de Carmen Caro Dugo y de Margarita Santos Cuesta.

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Hay que felicitar a la editorial por la edición de este libro, porque conocer las atrocidades perpetradas por el comunismo en la Unión Sovética es el único modo de hacer justicia a las innumerables víctimas de aquella largísima represión. La autora de estos textos vio cómo, a los catorce años, una vida feliz se tranformaba en una pesadilla que no la dejó hasta su muerte, pocos años antes de que Lituania lograra recuperar la independencia con la caída de la Unión Soviética. Un texto durísimo, estremecedor, que se divide en tres partes: la primera, escrita en los años 1949-50 e inconclusa, es el relato de la deportación y de los sufrimientos que la autora padeció junto con otros lituanos y finlandeses deportados a la zona del ártico. Muchos murieron. La segunda, redactada a partir de 1974, trata sobre la deportación, pero de un modo más global y como homenaje a las víctimas, y es un grito sobrecogedor frente al silencio ante tamañas injusticias. En la tercera parte, cuenta lo que le sucedió cuando pudo trabajar en su país como médica, porque las penalidades no se acabaron. Vio con dolor cómo personas a las que había atendido y curado testificaban falsamente contra ella, presionadas por los dirigentes comunistas, y cómo era sometida a todo tipo de vejaciones por la prensa afín al régimen, la única que se permitía. Una mujer valiente, infatigable en la defensa de la verdad y de la libertad, que siempre procuró actuar en conciencia, como le había aconsejado su padre. Aunque lo que cuenta es muy duro y doloroso, merece la pena leer este libro, ya que trata de crímenes que siguen impunes y de miles de víctimas, la mayoría anónimas, de una de las mayores atrocidades de la historia de la humanidad.