Claus y Lucas

Estas tres novelas de gran éxito internacional han confirmado la reputación de Agota Kristof como uno de los exponentes más provocadores de la narrativa europea. Con la simplicidad sórdida de un cuento de hadas, esta trilogía nos explica la historia de dos hermanos gemelos, Claus y Lucas, condicionados por un vínculo agonizante, que se convierte también en una alegoría de las fuerzas que han separado a Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

La saga empieza con El gran cuaderno, donde los hermanos Claus y Lucas se encuentran a merced de su abuela, una mujer analfabeta y cruel. Lejos de rendirse ante esta amenaza, los gemelos aprenden las leyes de la vida, de la escritura y de la crueldad. Abandonados a su suerte, ellos se aplican, a diario, a anotar, en un gran cuaderno, sus progresos. La autora construye una fábula incisiva sobre los horrores de la guerra y el totalitarismo, pero también una gran novela de iniciación a la vida. En La prueba los gemelos se separan. Uno de ellos cruza la frontera y el otro se queda en un país alejado de la guerra pero dominado por un régimen autoritario. Sólo y privado de una parte de si mismo, Lucas, el que permanece, quiere consagrarse a hacer el bien. Cuando Claus vuelve junto a su hermano descubre que cualquier acto de generosidad viene condicionado por la maldad. En La tercera mentira, pasados los horrores de la guerra y los años negros del régimen de plomo, la autora construye una historia que nos enfrenta a la imposibilidad de alcanzar una verdad duradera.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2008 El Aleph
448
978-84-15325-59-8
Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
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Comentarios

Imagen de cattus

Esta trilogía tiene notable calidad literaria, con un estilo escueto, impactante, pero es una de las novelas más pesimistas que he leído sobre la condición humana. Parece que hacer el bien es casi imposible y que triunfan casi siempre el mal y el sinsentido (hay conductas crueles e incluso aberrantes). Quizá refleja en parte la dura vida de la autora, que tuvo que huir de Hungría, su país, en 1956 y establecerse en Suiza. Allí aprendió francés y escribió sus obras en esta lengua. Luis Ramoneda