La historia de San Michele

Autobiografía del médico y escritor sueco Axel Munthe centrada en la ilusión de su vida, tener una casa en la isla italiana de Capri. La villa de San Michele, que da título a la obra, constituyó un refugio para el autor. Construida sobre la ruinas de una quinta del emperador romano Tiberio, fue al mismo tiempo un museo de antiguedades romanas y una obra de arte en sí misma.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1952 Juventud
325
2011 librosdevanguardia
480
978-84-96642-67
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3
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Axel Munthe fue un médico sueco que ejerció su profesión en París y Roma a caballo de los siglos XIX y XX. Atendió a una enorme clientela de aristócratas y millonarios que, en esa época, no tenían más ocupación que viajar por Europa y eventualmente hacerse ver por un médico famoso. Generoso y algo estrafalario resalta algunas de sus excentricidades. Por ejemplo afirma que se entiende mejor con los animales que con las personas. Con el paso de los años ese sentimiento de amor a los animales y horror a sus propios pacientes fue creciendo. No sin motivo, dado el tipo de clientela que le seguía. A menudo él mismo estaba más enfermo –padecía de insomnio- que sus propios pacientes. En esas circunstancias la huida a la isla de Capri, en la bahía de Nápoles, se le presenta como la única escapatoria posible. Allí construyó una villa –San Michele- sobre los restos de una antigua quinta del emperador romano Tiberio. San Michele da nombre a la obra y se convierte en el centro de la vida de Munthe. El autor es enormemente humano y oculta esa humanidad bajo una capa de buen humor y una pretendida misantropía. Acudió voluntariamente a asistir a los afectados por una epidemia de cólera en Nápoles y un terremoto en Messina, catástrofes que causaron miles de muertos. Encabeza el libro con una frase: No hay nada que dar a los hombres si no se da uno mismo. La obra incluye relatos fantásticos de su país natal y a veces salta de la realidad a la fantasía sin advertir al lector. Abunda en anécdotas dramáticas o, por el contrario, divertidas y entrañables. La historia de San Michele fue traducida a veintiséis idiomas y alcanzó gran número de ediciones.