Érase una vez Don Quijote

El autor adaptador selecciona y narra las aventuras de Don Quijote, que no era otro que Alonso Quijano, que vivía en una aldea de la Mancha, y hasta que cumplió los cincuenta años no se le ocurrió llamarse de otro modo. Pero un buen día, después de haber leído muchos libros de caballerías decidió hacerse caballero andante para defender a los débiles, huérfanos y viudas, buscaba enemigos a los que derrotar, y juraba amor eterno a su princesa, Dª Dulcinea del Toboso, que no era otra que DªAldonza Lorenzo, campesina de su pueblo a la que él idealizaba... Junto a su fiel escudero, el simplón y práctico D. Sancho Panza, fueron en busca de aventuras. Y ¡vaya si las tuvieron!.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2004 Vicens-Vives
103
84-316-7849-4
Valoración CDL
3
Valoración Socios
4
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Imagen de Pipa

Esta acertada adaptación de la obra clásica, por parte de Agustín Sánchez Aguilar, acerca a los niños una obra de Literatura Universal de nuestro Siglo de Oro (S. XVI) y, aunque el libro original en sí es una crítica irónica a las novelas de caballerías que por aquel entonces se leían con furor, esta obra, divertida y amena, muestra los buenos sentimientos de sus protagonistas: D. Quijote tiene siempre buen corazón hacia los demás, aunque esté algo loco y siempre se mete en líos. Desea hacer el bien. Tiene un alto sentido del honor y de la misión que ha de llevar a cabo, así como del amor que juró a su Dulcinea. No le puede la ambición, ni las cosas materiales. También tiene su parte positiva Sancho Panza, que aunque desea siempre volver a su casa, tiene un alto sentido de la lealtad a su señor, y por él recibe más de un palo y está dispuesto a sacrificarse.
El libro tiene al final una serie de actividades, por si se quiere utilizar con fines didácticos.
Está muy bien ilustrado. Los dibujos son muy expresivos y de calidad, remarcando el sentido cómico e irónico de algunos de los pasajes. Están pintados a todo color con acuarelas. Complementan muy bien al texto.