Chesterton

Extraordinaria biografía de un escritor todo-terreno, un clásico de la literatura comprometido con los valores esenciales de la vida humana.

Nació en Londres en 1874. G.K.Chesterton fue periodista, conferenciante y un escritor muy prolífico. Sus obras más conocidas en español son "El hombre que fue jueves", "Ortodoxia", "La esfera y la cruz". Creador del personaje del Padre Brown, sacerdote y desvelador de intrigas policíacas.

G. K. Chesterton es ya un clásico de la literatura británica y probablemente el escritor inglés más citado de nuestro siglo. Novelista, poeta, autor dramático, creador de relatos policíacos, ensayista, articulista, charlista radiofónico, crítico literario, pensador político, filósofo, conductor de debates... No hubo género literario que él no tocase con originalidad y maestría.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1997 Palabra
425
2005 Palabra
384

2ª Edición

2014 Palabra
384
978-84-8239-963

Subtítulo: Un escritor para todos los tiempos

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Imagen de Aníbal

Libro imprescindible para quienes quieran iniciarse en la lectura de Chesterton. Además de relatar aspectos de su vida, algunos realmente divertidos basados en su gran distracción, hace un recorrido por parte de su obra. Todo ello ayuda a situar al personaje y ayuda a leerle.
La agudeza y el sentido del humor de Chesterton son muy particulares por lo que no resulta muchas veces facil su lectura, éste libro ayuda a situarse.
La lectura de este libro ayuda a transmitir optimismo y alegria cuando el ambiente anda tan crispado y enfrentado. Leyendo las opiniones de Chesterton sobre la sociedad, la familia, el matrimonio y la educación nos damos cuenta de que siempre ha habido problemas y que lo mejor es afrontarlos con gran sentido del humor y con la creencia de que "se puede ahogar el mal con la abundancia de bien", ese creo que es el mayor legado que nos dejó éste poeta del sentido común.

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G. K. Chesterton es ya un clásico de la literatura británica y probablemente el escritor inglés más citado de nuestro siglo. Novelista, poeta, autor dramático, creador de relatos policíacos, ensayista, articulista, charlista radiofónico, crítico literario, pensador político, filósofo, conductor de debates... No hubo género literario que él no tocase con originalidad y maestría. En su juventud de espíritu está el verdadero secreto de su permanencia. Descubrió el milagro de la existencia y se maravilló de que Dios se fijase tanto en los “personajes secundarios” de la gran novela de la humanidad. Hay psiquiatras que recomiendan sus obras a los pacientes, porque están convencidos de que tratar de ver el mundo con la extraordinaria frescura de los ojos de Chesterton será siempre una terapia de comprobada eficacia. Por ello, quizá, la afirmación de Sir Arthur Bryant de que “la influencia de Chesterton será más grande entre las generaciones aún no nacidas que entre sus contemporáneos” va camino de convertirse en una profecía.

Imagen de enc

Afirma el autor que esta biografía está pensada y escrita sin prisas, disfrutando de la cercanía del personaje. Luís Ignacio Seco ha realizado una minuciosa investigación sobre la vida de Chesterton y nos la presenta con simpatía hacia el biografiado. El Chesterton que dibuja es un gigante amable, locuaz y bienhumorado. Periodista, conferenciante y escritor. Incansable polemista, discrepó de autores tan célebres en su época como Bernard Shaw o H.G.Wells. Nunca, sin embargo, dejó de mantener con ellos una sincera amistad que se manifestaba a menudo en empresas de colaboración cultural. Criticó la Guerra de los Boers que calificaba como una guerra imperialista. También tuvo que denunciar casos de corrupción política. Sin embargo no compartía el idealismo materialista, tan propio del siglo pasado, ni el olvido de los individuos singulares, por lo que nunca se aproximó al socialismo. Chesterton es el filósofo del sentido común y del hombre aislado, al que trata de defender de las ideologías. Los personajes de sus novelas son individuos solos – cuando no directamente misteriosos- en los que el autor dibuja unos determinados rasgos para llegar a una conclusión filosófica. Por la misma razón escribió biografías en las que lo importante no es la cronología sino la interpretación del personaje. Lentamente llegó al catolicismo, arrastrado por sus propias reflexiones y por un espíritu sencillo y admirado que nunca le abandonó. Falleció en 1936.