Relato biografico del soldado aleman Pawel Bauer durante la primera guerra mundial, en el frente occidental. Un clásico de la literatura antimilitarista que narra con excepcional dramatismo y veracidad la existencia cotidiana de un soldado durante la primera guerra mundial
Comentarios
Hay que situar el libro en su
Un grupo de estudiantes alemanes se presenta voluntario para combatir en la Guerra europea de 1914. A sus dieciocho años, uno de los profesores les ha convencido de que es su obligación patriótica para con Alemania. En esos momentos la lucha se desarrolla en las llanuras de Flandes. Es una guerra de posiciones y de desgaste del adversario, que los aliados ganarán dada su mayor reserva de hombres -de vidas humanas- y de medios. El autor nos hace ver el sinsentido de un patriotismo consistente en matar a un adversario que no nos ha hecho nada. No existe proporcionalidad entre los sufrimientos derivados de una guerra y las causas que han dado lugar a la misma. Reflexionando sobre estas causas uno de los estudiantes musita: "Todo gran emperador tiene que ganar una guerra y el Kaiser todavía no había ganado ninguna".
De aquel grupo de estudiantes ninguno sobrevivirá a la contienda.
La novela alcanzó un gran éxito, lo que no fue obstáculo para que Alemania iniciara otra diez años más tarde. Podemos preguntarnos porqué la humanidad no aprende de sus errores. La contestación última reside en que la paz es un don de Dios, y que cuando los pueblos se guían exclusivamente por impulsos emocionales hay posibilidades de convocar a los jinetes del Apocalipsis. Hoy pensamos en los jóvenes de la misma edad que han luchado o luchan en las guerras de Afganistán e Irak. ¿Había motivos para iniciar esas guerras? Vistos los resultados está claro que no. Conviene plantearse las responsabilidades de todo tipo que tienen los que inician las guerras o, por inconsciencia, las animan.
Literariamente la novela está lograda. El autor utiliza frases cortas con punto y seguido. Su habilidad reside en trasmitir el sufrimiento con realismo y viveza. Remarque, que participó en aquella guerra, lleva al papel la angustia de la espera, el horror del combate, la degradación de los soldados, la nausea producida por el sufrimiento extremo y la conciencia de una guerra que se alarga sin sentido ni provecho para las partes. La obra carece de argumento porque no lo necesita; al contrario, cuando el autor trata de hacer literatura la tensión del relato decae. El dolor no se explica, sólo se siente. Remarque es un maestro en el uso de metáforas y comparaciones, lo que da brillantez a su prosa. Una gran novela.
Rezuma pacifismo de principio a fin. Describe con dureza la guerra de trincheras en el frente belga, los cuarteles y los hospitales de campańa. En un tono pesimista y poco sobrenatural se alaban las virtudes castrenses y la amistad entre los compańeros de armas (nacidos con el siglo, todos de 19 ańos). Parece que lo único que mueve y consuela al soldado en ese clima sin sentido es comer, dormir y agacharse a tiempo cuando la artillería enemiga dispara .