Actualidad de Rousseau

 

En los anaqueles de las grandes librerías madrileñas, las que son capaces de dedicar amplios espacios a las obras de ensayo y de pensamiento filosófico, histórico, teológico y sociológico, hay suficiente volumen para investigar hacia dónde va el pensamiento cultural de occidente.

En ese sentido no deja de ser interesante, descubrir y redescubrir de qué autores y de qué obras se están realizando reediciones en nuestros días y ensayos; unas veces porque han sido seleccionados cono temas de la selectividad en el final del bachillerato, otras porque se celebran aniversarios redondos y, finalmente, otras veces porque siguen estando de verdadera actualidad.

En esa línea, es realmente sorprendente descubrir las obras de Juan Jacobo Rousseau (1712-1778), entre las recientemente reeditadas y que, además, son también objeto de ensayos, obras colectivas, investigaciones, incluso materias que recogen conclusiones de ponencias y de comunicaciones debatidos en congresos internacionales sobre educación, pedagogía y filosofía.

Mas sorprendente, me resulta, si cabe, el interés amplio por la filosofía política del francés; la concepción del Estado, la relación del poder político con la Iglesia y con el poder eclesiástico; el respeto y el papel de la libertad en las relaciones humanas; el origen del poder y de la ley, etc. sólo por mencionar algunas cuestiones de actualidad, donde se sigue mirando a este autor para comenzar un estudio, provocar un debate, aportar nuevas luces sobre tan singular ilustrado.

Precisamente al adentrarse en su obra capital, “el contrato social”, se descubre la verdadera clave de su éxito, la que sostiene el debate acerca del origen y el nacimiento de las estado moderno y, además, que entronca con la revolución planteada por Thomas Hobbes (1588-1679), con su tratado del Leviatán (1651),  al que matizó grandemente tanto John Locke (1632- 1704), sobre todo en su Segundo Tratado sobre el gobierno civil (1689), y que concluyó llevando al conservadurismo David Hume (1711-1776), en sus ensayos políticos.

Como se concluye de la lectura del Contrato Social, es que los grandes temas de estudio están ya fijados, desde que Rousseau matizó y resumió perfectamente el debate, lo ordenó y matizó y, además lo extrajo del mundo inglés a la ilustración europea para que pudiera ser debatidos en los despotismos ilustrados de las Cortes europeas hasta la de Carlos III en España.

La conclusión, después de comparar estos tratados, es que es posible aprender puesto que hablan de los mismos temas con lenguajes asequibles, con verdadero interés por aportar soluciones a los problemas de su tiempo. Además, son problemas actuales; el bien común, del progreso social y económico, lo que sólo es posible de arreglar con una antropología y una ética social comunes y contrastadas y con respeto a la libertad.

José Carlos Martín de la Hoz

Jean-Jacques Rousseau, Del contrato social, ediciones Alianza editorial, Madrid 2019, 225 pp.