La colección Adonáis de poesía va a cumplir setenta años, todo un récord que merece el aplauso y el reconocimiento. Unida al prestigioso premio Adonáis de poesía, revisar los más de seiscientos títulos publicados hasta la fecha es realizar un recorrido solvente por la poesía española desde la segunda mitad del siglo pasado hasta hoy. A esto, hay que añadir las versiones de autores extranjeros tan importantes como Eliot, Claudel, Saint-John Perse, Twardowski, entre otros; o los poemarios o antologías de autores españoles como Dámaso Alonso, Rafael Morales, Gerardo Diego, Luis Rosales, Luis Cernuda…

            El premio (con sus accésits), dirigido a escritores menores de treinta y cinco años, ha sido para muchos poetas el punto de partida de una carrera literaria importante. Pensemos, por poner solo algunos ejemplos, en José Hierro, el primer premiado, Vicente Gaos, José Luis Hidalgo, Claudio Rodríguez, José Ángel Valente, Francisco Brines, Carlos Murciano, César Aller, Pureza Canelo, Antonio Colinas, Eloy Sánchez Rosillo, Carmelo Guillén, Blanca Andreu, Luis García Montero, Javier Vela, Rubén Martín, Juan Meseguer, Rocío Arana…

            Ediciones Rialp acaba de publicar Historia de Adonáis, escrita por Carmelo Guillén Acosta, el actual director de la colección y presidente del jurado del premio. Un libro claro, con abundante información sobre esos años, desde los inicios hasta hoy, dividido en tres capítulos: los comienzos por iniciativa de José Luis Cano, hasta que este cede, en 1963, la dirección de la colección a Luis Jiménez Martos, que la ocupará durante cuarenta años; y la etapa actual, al fallecer aquel y tomar el relevo Carmelo Guillén. Se completa con tres anexos con información bibliográfica.

            El recorrido histórico va salpicado por interesantes juicios de poetas, críticos literarios, filólogos. Hay que destacar que la colección ha estado abierta desde los comienzos a estilos muy variados, porque su apuesta ha sido por la calidad, por encima de corrientes, ideologías o grupos más o menos cerradas. Refleja también los cambios en la sociedad española. Resulta llamativo para mí que, en comparación con los primeros premiados, los de los últimos años estén más cerca del límite de edad que aquellos. ¿Será un síntoma de los constantes cambios en las leyes de educación y del arrinconamiento al que se está sometiendo a las humanidades? Pero la colección Adonáis, a pesar de las crisis económicas y los recortes presupuestarios, sigue y parece que goza de bastante buena salud.

 

Luis Ramoneda

Carmelo Guillén Acosta, Historia de Adonáis, Ed. Rialp, S.A. 2016