Anatomía del cristianismo

 

El profesor de filosofía y ensayista José Cobo (Lleida 1962) es un catalán lleno de fina sensibilidad, buen humor y con dotes de provocador: le gusta romper moldes y abordar cuestiones complejas, pero siempre con resultado positivo para el lector pues termina por moverle a pensar, lo que es altamente positivo, y sobre todo a amar a Jesucristo que es al final lo que importa.

El problema consiste en que a algunos que lean este trabajo o este autor por primera vez, le puede parecer escandalosa alguna afirmación, pero hay que recomendarles paciencia y seguir leyendo pues el profesor Cobo siempre termina por aportar mucho más que lo que desconcierta.

El texto que ahora comentamos es la tercera entrega de una serie de ensayos que buscan adentrase en el misterio de Dios y de la Redención de cada uno de los miembros del género humano.

La metodología es filosófica más que teológica, con un trasfondo de lecturas de la Escritura y de la Tradición, aunque en realidad no las utilice explícitamente, pero lo están implícitamente. Lógicamente cuando nos hacemos la pregunta de san Anselmo (+1109), “ Cur Deus homo?”, siempre hacemos como él buscar en la Escritura, en la Tradición, en el Magisterio y en los grandes teólogos la respuesta: “sin Encarnación no habría habido redención” (93).

Indudablemente, hay otros autores que lo han intentado, por ejemplo, el maestro Echkart en “el fruto de la nada” y Benedicto XVI en su obra “mirad al que traspasaron”, y ambos lo hicieron desde la “teología arrodillada”.

Hay que reconocer que después de leer y reseñar este libro su lectura se me ha hecho apasionada, y apasionante, pero en algunos momentos repetitiva y es que el autor pretende adentrarse con la razón en un misterio tan inmenso para el que “siempre faltan las palabras” (33).

Es lógico, que se repta y mucho a lo largo del libro, pues la afirmación que desea expresar: “Dios es un Dios colgado en la cruz” (48, 56, 64, 93, 96, 122, 139, 142), no recoge más que mínimamente algo mucho más profundo y sobre todo comprometido que le gustaría transmitirnos: “la fe es una respuesta a la entrega confiada” (44, 59, 61, 98, 140). En cualquier caso, hay que reconocer que al libro le sobran cien páginas.

El profesor Cobo recomienda, “como quien no quiere la cosa”, muchas cosas a lo largo de su libro: meditar, pensar, rezar, tener una relación personal con Jesucristo, pero hay una que me ha gustado mucho: “sonreír mientras cavas un pozo para sedientos” (50).

Por supuesto, recordará la importancia de seguir buscando conocerle e imaginarle incluso en el cielo (72) aunque con la esperanza del “lumen gloriae” para poder contemplarle cara a cara (74). En cualquier caso, tenemos toda la eternidad para meditar en ese “Dios verdadero y hombre verdadero” (103).

José Carlos Martín de la Hoz

José Cobo, Anatomía del cristianismo, Fragmenta editorial, Barcelona 2023, 250 pp.