Balance de un lector

               

Cuando estudiaba el primer curso de Filosofía y Letras, una profesora nos sugirió que elaboráramos una ficha de cada libro que leyéramos, seguí el consejo y desde entonces ocupan ya varios ficheros. Se trata de una simpe octavilla, con los datos indispensables: autor, título del libro, editorial, número de páginas y fecha (el mes) de lectura. A veces, añado alguna información más: el índice, sobre todo en ensayos; los nombres de los personajes, en las obras de teatro, o de los protagonistas, en las novelas… Suelo guardar en un porta fichas las de los libros que voy leyendo a lo largo del año y, al terminar este, las traslado a los ficheros y vuelta a comenzar.

            Al hacer balance de los libros leídos en 2015, observo que hay variedad: bastante narrativa, bastante poesía, bastante teatro, pero también ensayos, libros de historia y libros de espiritualidad; unos son de autores clásicos y otros de escritores actuales. Bastantes los he sacado de bibliotecas, otros los he adquirido, pero también ha habido préstamos y regalos, así como los que he recibido temporalmente para elaborar la correspondiente reseña. El balance es muy positivo, porque, en la mayoría de los casos, ha merecido la pena y no me cabe ninguna duda de que el tiempo dedicado diariamente a la lectura (poco o mucho según las circunstancias) está entre los momentos gratas del año que acabamos de despedir. Pienso, además, que no ha sido una tarea solitaria ni egoísta, porque acerca de esos libros he podido hablar con parientes y amigos, he escrito reseñas y artículos, los he comentado en tertulias literarias… He aconsejado la lectura de muchos a otras personas y he leído bastantes merced a las sugerencias de otros lectores, por esto pienso que la lectura es de por sí solidaria.

            Si tuviera que seleccionar los que más me han gustado y ennoblecido, señalaría los siguientes: Dios o nada (entrevista con el cardenal Robert Sarah) (Palabra); ¿Qué es una familia?, de Fabrice Hadjadj (Nuevo Inicio); de poesía, La gratitud, de Fermín Herrero (Visor) y Quién lo diría, de Eloy Sánchez Rosillo (Tusquets); de narrativa, Kokoro, de Natsume Soseki (Impedimenta) y Voces de Chernóbil, de Svetlana Alexiévich; de teatro: La doncella de labor, de Juan Pérez Montalbán (Biblioteca Virtual Cervantes); y de historia, Isabel I, Reina, de Luis Suárez (Folio). ¿Qué pasará en 2016? Luis Ramoneda