Biografía de la luz

 

Quien haya seguido la trayectoria literaria del sacerdote madrileño Pablo d’Ors (1963), uno de los mejores escritores actuales en lengua castellana, incluidas las obras que está retocando y publicando primorosamente en Galaxia Gutenberg, imaginaba que, tarde o temprano, se editaría esta novedad que ahora deseamos comentar: una semblanza de la luz, es decir de Jesús de Nazaret, quien vive en su interior (129, 431) y es el centro del alma de este poeta y escritor (125, 401, 423): la razón de su vivir (451, 453).

Indudablemente, la observación más obvia y reiterada que se ha venido haciendo a su best seller: “biografía del Silencio”, la obra más famosa y reeditada de Pablo d’Ors, señala que, siendo el autor de tan magnífica obra, un sacerdote y habiendo redactado un texto para mover a la reflexión, al recogimiento interior y a meditación, no se entiende por qué no habla en dicho trabajo claramente de Jesucristo (127).

Lógicamente, la respuesta es que, seguramente había que esperar, en aras a que el corazón de Pablo estuviera preparado, pues se trataba, indudablemente, no solo de una materia pendiente y necesitada de un tratamiento largo y específico, sino sencillamente “harina de otro costal”, pues si algo ha dejado claro nuestro autor es que “no toca de oídas” (74, 124).

En efecto, la lectura de esta original biografía que ahora presentamos o semblanza de Jesús de Nazaret, presentada desde comentarios breves y sintéticos a textos del Nuevo Testamento, deja en el lector un cierto sabor desconcertante. Por una parte, el autor no miente cuando afirma que va a abordar este tema desde el ángulo de la antigua lectura sapiencial (22, 33, 412, 416, 466) y, por tanto, preliminar e independiente de la tradición de la Iglesia, del magisterio y del propio bagaje exegético del autor y, por tanto, más dirigida hacia la originalidad (35, 47, 350), la sabiduría escondida y el desconcierto (196, 202, 357) que hacía la piedad (89, 364, 419).

Como dice el papa Benedicto XVI o el Papa Francisco en la Encíclica “Lumen fidei”, la fe revelada es de tal verdad, potencia, sabiduría, belleza, bondad y armonía que sobrepasa la inteligencia del ser humano, así que solo nos que acudir al Espíritu Santo y a la humilde búsqueda de la verdad para ser iluminado por la fe en este mundo, saboreando lo que vamos vislumbrando y recibir, tras la muerte, el tan deseado “lumen gloriae”. Efectivamente, Pascal hablaba de la verdad poliédrica, es decir, Cristo como Verdad es de una inmensa riqueza que nunca podrá escribirse por una sola persona la semblanza completa de Jesús, como tampoco el retrato pictórico definitivo.

Queda pendiente que Pablo d'Ors, un día, cuando se haya recuperado física y anímicamente (561, 563) y haya superado sus crisis (506, 514, 519, 531, 547), se decida a redactar una real semblanza de Jesús, una sincera biografía de la luz (438), donde nos hable claramente de quien es Jesucristo para Él y por qué es la razón de su vivir (130, 558). Esa obra haría indudablemente un gran bien a muchos hombres que buscan a Jesucristo por todas partes y que lo hallarán indudablemente en la oración personal pero también, por reverberación, en la oración personal de otros (444, 538, 564).

José Carlos Martin de la Hoz

Pablo d’ Ors, Biografía de la luz, ediciones Galaxia Gutenberg, Barcelona 2021, 571 pp.