Boletín de Ayuda al Redactor. Febrero 2018

1. Al doctor Pedreño, le respeto mucho.

Al doctor Pedreño, lo respeto mucho (un ejemplo de leísmo: no diríamos "a la doctora Pedreño, le respeto", sino "la respeto", pues se trata en ambos casos de complemento directo, masculino y femenino respectivamente).

2. A mi hermano, le veré por la tarde.

A mi hermano, lo veré por la tarde (otro caso de leísmo).

3. A Eusebio, lo escribiré.

A Eusebio, le escribiré (un caso, menos frecuente, de loísmo, porque aquí el pronombre es complemento indirecto, mientras que el complemento directo está implícito: "le escribiré" una carta, un mensaje…).

4. A mi marido, le llamo a diario.

A mi marido, lo llamo a diario (otro leísmo, nadie dice, "a mi mujer, le llamo a diario", sino "la").

5. Caballeros, les acompaño a la salida.

Caballeros, los acompaño a la salida.

6. Amigo mío, le abrazo por el premio que ha recibido.

Amigo mío, lo abrazo por el premio que ha recibido (esta es la forma gramaticalmente correcta, aunque la Academia admite el leísmo de persona, cuando se trata del masculino singular).

7. Abuela, el regalo dánosle hoy.

Abuela, el regalo dánoslo hoy (leísmo: por no tratarse de persona, sino de una cosa, no es admisible).

8. A Miguel, le veo todos los días en la oficina.

A Miguel, lo veo todos los días en la oficina.

9. No le abraces tan fuerte [al bebé], que le vas a aplastar.

No lo abraces tan fuerte, que lo vas a aplastar.

10. Espere un momento, Gumersindo, ahora mismo le atiendo.

Espere un momento, Gumersindo, ahora mismo lo atiendo (si se tratara de Gumersinda, diríamos "la atiendo").

11. Pase, Manuela, ¿la sirvo un café?

Pase, Manuela, ¿le sirvo un café? (un ejemplo de laísmo. Lo mismo, si se tratara de Manuel, porque le es complemento indirecto tanto para el femenino como para el masculino; y "café", el directo).

12. Al anciano profesor, que les observaba con nostalgia, los discípulos le dejaron solo.

Al anciano profesor, que los observaba con nostalgia, los discípulos lo dejaron solo.