Caminos de contemplación

 

El profesor de Exégesis del Nuevo Testamento y Maestro de Teología Espiritual en la Universidad de Heidelberg, Klaus Berger (1940-2020), redactó poco tiempo antes de morir este completo manual de la Teología del silencio que ahora presentamos y que dedicaría a los “hermanos dispersos del último monasterio trapense alemán de Mariawald, Eifel”.

El texto está preparado como material de ayuda para que el profesor de teología espiritual pudiera preparar e impartir un curso de vida de oración o también ser utilizado como libro de lectura o introducción para las almas delicadas que deseen acceder a los caminos de la contemplación, mediante el recogimiento interior y la meditación de los textos de la Escritura y de los maestros de espiritualidad.

Es muy sugerente nuestro autor cuando señala que al igual que el ayuno dispone y prepara el camino de la Eucaristía en el hombre, así también el silencio interior y el recogimiento de los sentidos, disponen el alma para escuchar la palabra de Dios Revelada. (29)

Efectivamente, el maestro Eckhart (1260-1328) ya había impulsado en el siglo XIV la escuela Renano flamenca de espiritualidad dirigiendo a las almas contemplativas hacía el silencio del centro del alma, para que allí, con la ayuda del Espíritu Santo, el alma pudiera desasirse de su yo y llegar “al fruto de las nada”, que es la plena identificación con Cristo (32).

Los discípulos del maestro Eckhart, como Tauler, Ruysbroek, Enrique Suson, y tantos otros, cultivaron esos caminos de oración, e iluminaron la vida espiritual de su tiempo y, posteriormente, influyeron en la mística castellana del siglo XVI, donde maestros como Pedro de Alcantara y Francisco de Osuna, desembocarían en la edad de oro de la mística castellana del siglo XVI: “la meditación es siempre una preparación para algo nuevo y sirve para «recogerse de los caminos», no como un ejercicio de memoria, sino como un círculo alrededor del centro” (71).

El profesor Klaus Berger, arrancará su itinerario hacía la contemplación a través del silencio en la Sagrada Escritura y en la Historia Sagrada y, por supuesto, en la Tradición y en los maestros de la espiritualidad, pues, por ejemplo, encuentra en Tauler el maestro para el recogimiento interior; el silencio interior de modo que el alma pueda escuchar la tenue pero impactante voz de Dios (25), así afirmará en las primeras páginas: “Juan Taulero describe el silencio de Ap 8, 1-4 como el nacimiento de la libertad y la creatividad  en el hombre” (18).

Finalmente, debemos referirnos al movimiento litúrgico del siglo XX impulsado por Odo Casel y tantos otros autores y pastores que confluyó en el Concilio Vaticano II, precisamente en el inolvidable texto magisterial “Sacrosantum Concilium”, donde: “al silencio le corresponde el velado litúrgico. Ambas cosas suelen formar parte del mismo ritual” (61).

José Carlos Martín de la Hoz

Klaus Berger, Callar. Una teología del silencio, ediciones Verbo Divino, Estella (Navarra) 2022, 229 pp.