¿Cómo un ser creado puede ser imagen del Increado?

 

El trabajo que firma Dom Dysmas de Lassus, prior de la Gran Cartuja y superior general de la Orden de los Cartujos, pretende ser, en realidad una obra colectiva, puesto que ha recibido aportaciones de otros grandes autores, aunque ha sido coordinada y redactada finalmente por él para darle forma y continuidad de estilo.

El trabajo se presenta como la respuesta a la pregunta de la antropología cristiana con la que hemos comenzado estas líneas: efectivamente, san Agustín afirmaba que “hemos de tratar santamente las cosas santas”, por lo que el cartujo Dom Dysmas ha decidido informar al pueblo cristiano y al candidato a incorporarse a la vida religiosa de la santidad eximia que suele haber en los conventos de clausura y en las comunidades religiosas en general y, también, las derivas perniciosas que pueden suceder o que alguna vez han pasado.

Desde que comencé a visitar sacerdotes de “tierra Estella” en Navarra, hace ya muchos años, mientras era profesor de historia de la Iglesia y de la teología de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, aprendí lo que podríamos denominar “gramática parda”, es decir, la sabiduría del clero rural que durante siglos sustentó la fe de la Iglesia en España y que ahora parece como si apenas tuvieran importancia pues la Iglesia parece crecer y desarrollarse en estos años en las megalópolis y en las periferia, donde la fe cuaja y se extiende pues hay mucha gente que necesita de Dios.

Pues bien, un cura de pueblo me explicó a mí, joven sacerdote, que “en el mundo clerical todo lo posible es real”. Para ilustrarlo sencillamente me remitió a la lectura del Antiguo Testamento donde se narran efectivamente los aciertos y errores del pueblo de Dios y la fidelidad de Dios a su Pueblo escogido.

Indudablemente la lectura de este libro me ha enriquecido pues muestra cómo el cristianismo es un camino de fe y de amor donde el corazón de Jesús y el de su Madre Santísima derrochan paciencia y misericordia infinitas y donde los hombres hacemos lo que podemos en el mundo sobrenatural.

Tengo la sospecha de que este libro está escrito para que si algún novicio o seminarista o algún sacerdote o religioso avezado ve algo raro en su parroquia o comunidad debe decirlo al superior para evitar “los riesgos y derivas” que indudablemente se puede dar en la Iglesia de Dios o en alguna de sus instituciones.

Gracias a Dios hay tanto buenos ejemplos en este trabajo y tantas aportaciones positivas desde la verdadera santidad de la Iglesia de Dios, como demuestran los innumerables santos y santas canonizados y martirizados a lo largo de la historia, que se evita el riesgo de humanizar la Iglesia o desprestigiar las instituciones beneméritas de la Iglesia católica, porque se hayan podido producir relajaciones en el espíritu personal o colectivamente en alguna comunidad a lo largo de la historia.

José Carlos Martín de la Hoz

Dom Dysmas de Lassus, Riesgos y derivas de la vida religiosa Dom Dysmas de Lassus, BAC, Madrid 2023, 334 pp.