Con este título deseamos resumir el extenso e importante trabajo del profesor Antonio Aranda, Ordinario Emérito de Teología Dogmática de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma, acerca de "El hecho teológico y pastoral del Opus Dei en sus fuentes fundacionales". Una indagación que nunca pierde de vista la centralidad de Jesucristo.

De hecho, son muchos los textos en que se centran todas las líneas teológicas en esta: Cristocentrismo. En una meditación del año 1963, san Josemaría decía: “Tú has hecho, Señor que yo entendiera que tener la Cruz es encontrar la felicidad, la alegría. Y la razón es ésta: tener la Cruz es identificarse con Cristo, es ser Cristo, y, por eso, ser hijo de Dios” (253).

Asimismo, podemos corroborarlo con esta afirmación del cardenal Ratzinger sobre la teología de san Josemaría: “se puede hablar de un cristocentrismo acentuado y singular, en el que la contemplación de la vida terrena de Jesús y la contemplación de su presencia viva en la Eucaristía conducen al descubrimiento de Dios y a la iluminación, a partir de Dios, de las circunstancias del vivir cotidiano” (184, nota 6).

Por eso, el apostolado de los fieles del Opus Dei se podría resumir en la amistad y la confidencia. Pues se trataría de: “una inmensa catequesis hecha de tú a tú, de igual a igual” (281). Es más, nos dice Aranda: “El término celo cuando aparece en los escritos de san Josemaría tiene generalmente el sentido que hemos indicado: amor por la salvación de las almas” (291).

En 1940 afirmaba san Josemaría sobre el Opus Dei lleno de esperanza: “Atraerá a personas con ganas de trabajar, con temple, con nervio, con espíritu recio, constantes más que brillantes, audaces, sinceras, con amor a la libertad y -por eso- capaces de vivir nuestra entrega; capaces de ser en su vida, en su trabajo, Opus Dei. Y esto, aunque jamás hubiese pasado por su mente -muchas veces porque viven en la gentilidad- la posibilidad de ser felices en amistad con Dios, y de llevar una vida de dedicación y de servicio” (297).

Precisamente, en el capítulo final del libro el profesor Antonio Aranda, se detiene en la actual figura canónica que recoge los Estatutos que san Josemaría dejó preparados antes de morir. De hecho, afirma claramente lo siguiente: “Al erigir el Opus Dei en Prelatura personal la Iglesia ha determinado que la realidad teológica y pastoral del Opus Dei, tal como se encuentra expresada en sus Estatutos, responde perfectamente a esa figura canónica” (311). Se tardó unos años en llegar a esa fórmula: “fue un tiempo de ejercitar la paciencia, de trabajar sin descanso, con la mirada puesta en Dios, movidos sólo por un gran deseo de servir a la Iglesia santa” (337).

Además, ha quedado claro, que la Prelatura personal trabaja en íntima unidad con el Santo Padre y con los obispos del mundo entero en cuyas diócesis viven los fieles de la Obra y en cuyas diócesis queda la mayor parte del fruto del trabajo de la Prelatura.

José Carlos Martín de la Hoz

Antonio Aranda, El hecho teológico y pastoral del Opus Dei. Una indagación en las fuentes fundacionales, ediciones Eunsa, Pamplona 2020, 369 pp.