Discernir la llamada

 

El teólogo y ensayista jesuita Luis María García Domínguez (Oviedo 1950) ha redactado quizás el manual más exhaustivo y pormenorizado que existe actualmente en el mundo de la teología espiritual y pastoral, y en castellano, acerca del discernimiento y la aplicación práctica de la teología de la vocación.

El trabajo arranca del texto de san Ignacio en su famosa obra sobre espiritual de los ejercicios espirituales, cuando el santo afirmaba, condensadamente, que discernir es “sentir y conocer las variadas mociones que en el ánima se causan, las buenas para recibir y las malas para lanzar” (27). Nuestro autor, por tanto, procurará a lo largo del trabajo, no perder de vista que la vocación es parte íntima de un “ser en diálogo con Dios” (24).

La obra buscará compensar constantemente los criterios procedentes de la psicología moderna con la antropología cristiana actual y, finalmente, con los principios de la teología espiritual, puesto que la llamada de Dios es indudablemente un don que hay que descubrir (13), pero también un don que se convierte en la vida del candidato convertido a la realización en la propia vida (30) contando con la gracia y el crecimiento en la madurez del interesado (32).

Indudablemente, resaltará el autor, que quien trata y acompaña al candidato en el momento del discernimiento, sabe bien que su misión es muy sobrenatural y muy humana y consiste en dar una opinión lo más ecuánime y, además, aportar los datos de modo que quien decida en la Institución pueda hacerlo con conocimiento moral del candidato (180).

Lógicamente, el texto que ahora presentamos procede de la amplia experiencia, ciencia y sentido sobrenatural y común del autor y de sus colaboradores y aunque añade muchos juicios llenos de sentido evangélico, patrístico, de teología espiritual, también hay que señalar que quizás por los objetivos planteados y la metodología usada, abusa de términos, procedimientos y planteamientos provenientes de la vertiente psicológica, no sólo en los capítulos correspondientes a esa materia de la obra (63-121), sino también de todo el trabajo (59, 151-153).

Evidentemente, nuestro autor, remarcará muchas veces las condiciones básicas que debe reunir el candidato y da la primacía tanto a la madurez sobrenatural, vida de oración (161) y sacramentos, conciencia de elección y celo pastoral, como a la madurez humana (49, 192), puesto que la vocación es para vivirla a lo largo de toda la vida y de todas las situaciones y estadios de la vida (184-185).

Finalmente, el autor aborda muchas patologías y problemas habituales en esta situación, siempre partiendo de la base que se abordan los problemas normales que suelen aparecer y por tanto tampoco son excesivas las patrologías complejas que, normalmente han quedado por el camino (219-222). Asimismo, con tratamiento muy psicológico se abordan las crisis de fidelidad, homosexualidad, etc., (304-308, 309-359).

José Carlos Martin de la Hoz

Luis María García Domínguez, Discernir la llamada. La valoración vocacional, ediciones Sal Terrae, Santander 2020, 455 pp.