El arte de caminar

Para los aficionados al senderismo o al montañismo y, en general, para todo aquel que disfrute con la contemplación de la naturaleza, la publicación, en la Biblioteca de Ensayo de Siruela, de tres breves escritos de Leslie Stephen, con el título de Los Alpes en invierno, es una buena noticia.

El padre de Virginia Woolf recuerda algunas ascensiones alpinas, tarea en la que fue pionero, con una prosa cuidada (Los Alpes en invierno son melancólicos, porque todo lo sublime es más o menos melancólico), descripciones precisas y toques de ironía, salpicados de reflexiones sobre los beneficios de pasear, tanto si se trata de la subida a grandes cumbres, como de las caminatas por suaves campiñas o cerca del mar o incluso por las calles de una gran ciudad como Londres. Cuando se trata de lo primero, invita a la prudencia y a contar con buenos guías, y, de hecho, en el segundo texto, que da título al libro, rememora, entre otras, una ascensión, frustrada por el mal tiempo, al Galenstock, que contrasta con la que describe, en una inolvidable jornada de inusual bonanza atmosférica, en el primer capítulo: La puesta de sol desde lo alto del Mont Blanc.

En el tercer ensayo (En alabanza del caminante), el menos descriptivo, publicado en 1902, dos años antes de fallecer, Stephen reflexiona sobre sus experiencias alpinas (para mí, los paseos alpinos constituyen auténticos poemas en movimiento) y, después de recordar a ilustres pensadores y escritores que fueron apasionados caminantes, define a este como aquel que se deleita en el camino, que no presume ni se jacta de la fuerza física necesaria para ello. El que, por encima del esfuerzo muscular que hacen las piernas, valora la actividad cerebral que dicho esfuerzo le depara, aprecia aquello que en paz medita y, de manera espontánea cuando camina, se imagina generador de esa armonía intelectual que suele acompañar el monótono y pesado avance de los pies. Habla también del senderismo como de un buen medio para generar amistades duraderas. El padre de Virginia Woolf era una persona culta, como muestran las abundantes citas que incluye de ilustres poetas ingleses que se inspiraron en la belleza paisajística.

Luis Ramoneda 

Leslie Stephen Los Alpes en invierno. Siruela 2018