El arte escuela del silencio

 

El arte verdaderamente es la escuela del silencio. La mirada en silencio del artista frente a la obra que está culminando, en la que está sabiendo vislumbrar esa faceta que le falta todavía por imprimir a su obra, bien ese color o bien esa sombra. Puede musitarse, pero no hablarse, es el silencio de la mirada creadora.

Lo interesante es también comprobar cómo el silencio se convierte, a su vez, en vehículo del arte, pues el reverberar del arte en la mirada del que pasea lenta y silenciosamente por un museo hasta que, de repente, se queda prendado, petrificado y en silencio frente a una obra que del silencio del artista al silencio del espectador está habiendo una comunicación total entre ambos (88).

El académico, profesor y pensador de la Sorbona, Alain Corbin, ha redactado un magnífico ensayo histórico y filosófico sobre el silencio, y acerca de su necesidad imperiosa para llegar a la contemplación y al desenvolvimiento de nuestra cultura desde el Renacimiento hasta nuestros días. No es vano es autor de una de las historias de la Iglesia más celebradas.

Es muy interesante, como el profesor Corbin animado por una frase de Paul Claudel acerca de famoso pintor Rembrandt como pintor del silencio (90), se lanza a enumerar a un buen grupo de artistas que merecerían ese honroso calificativo, pues, efectivamente en el arte, claramente, el silencio llama al silencio y a la contemplación desde el propio arte (91-92).

En cualquiera de sus múltiples formas, el autor repasará diversas artes, sin dejarse la escultura o las artes escénicas, para terminar por concluir: “el arte como escuela del silencio” (93).

También resulta de un gran interés, dentro de la historia de las artes, la historia del cine que va desde el cine mudo al cine sonoro y, también, las múltiples posibilidades actuales del silencio en el cine y de los mensajes cinematográficos con las miradas y los gestos (95). Son, asimismo, de gran importancia las llamadas a través de la literatura de Baltasar Gracián y las obras acerca de las artes de la prudencia desarrolladas por él como parte de la literatura del silencio, pues engarzan con el libro de la sabiduría: de callar no te arrepentirás nunca (108).

Finalmente, la llamada literatura romántica y exaltación del amor humano como amor de unión derivará em interesantes comentarios en la línea del silencio en común, silencio juntos, como el de rezar juntos, compartirlo todo hasta la intimidad de los corazones (115).

El libro va perdiendo fuerza en la medida en que el pensamiento pierde profundidad y confunde silencio con egoísta ensimismamiento propio de la inmanencia y de las éticas kantianas del deber por el deber.

José Carlos Martin de la Hoz

Alain Corbin, Historia del silencio. Del Renacimiento a nuestros días, ediciones El Acantilado, Barcelona 2019, 144 pp.