El conservadurismo de David Hume

 

Pocos años después de que Thomas Hobbes (1588-1679), publicara su tratado del Leviathan (1651), ya se produjeron las primeras críticas importantes al tratado y, además, de autores de la influencia de John Locke (1632- 1704), sobre todo en su Segundo Tratado sobre el gobierno civil (1689).

Vamos a detenernos ahora, aunque sea brevemente, en las críticas que realizó a la obra de Hobbes, el pensador inglés, David Hume (1711-1776), quien actuará de puente entre la ilustración francesa y el empirismo inglés e influirá tanto en la Teoría económica de Adam Smith como en la consolidación de la monarquía parlamentaria de Inglaterra. Utilizaremos la edición de los ensayos políticos de Hume elaborada por el profesor Josep M. Colomer y editada en Tecnos.

El pensador ilustrado inglés conocido por su materialismo y por su frío empirismo, plantea serias dudas acerca del "contrato social" como origen de la sociedad, pero una vez aceptada las ventajas del Estado, comenta: "Es posible que el primer ascendiente de un hombre sobre las multitudes surgiese en trance de guerra (...). Después, la sumisión ya no fue voluntaria para la gran mayoría de la comunidad, sino algo rigurosamente exigido por la autoridad del supremo magistrado" (IV, 28-29). Y en clara referencia Hobbes señalaba: "los escritores políticos han establecido como máxima que, al elaborar un sistema de gobierno y fijar los diversos contrapesos y cautelas de la Constitución, debe suponerse que todo hombre es un bellaco, y no tiene otro fin en sus actos que el interés personal" (V, p. 30).

Su escepticismo acerca de los valores religiosos o tradicionales los convierte en ácidas críticas: "El simple nombre de rey merece escaso respeto y hablar de un rey como representante de Dios en la tierra o darle cualquiera de aquellos rimbombantes títulos que antes deslumbraban a las gentes provocaría risa" (VI, p. 40).

Inmediatamente, hemos de añadir que, para Hume y Locke, la libertad no solo no debe eliminarse como afirma Hobbes, sino convertirla en la mejor arma de defensa para la buena marcha del gobierno: "nada tan eficaz como la libertad de imprenta, que permite poner todo el saber, el ingenio y el talento de la nación al servicio de la libertad y anima a todo el mundo a defenderlo" (I, p. 5). Es más, para Hume es muy importante mantener cierta tensión: "En todos los gobiernos se da una perpetua lucha intestina, abierta o secreta, entre autoridad y libertad, y en esta competencia ninguna de las dos puede prevalecer de modo absoluto. Todo gobierno ha de hacer necesariamente un gran sacrificio de la libertad, pero la autoridad no puede nunca llegar a ser total o incontrolable” (IV p. 29).

Finalmente, para Hume la clave del éxito del gobierno y la paz de Inglaterra radica en la armonía de los tres poderes: "el equilibrio de poderes es un secreto político que hasta ahora no había sido bien conocido y he de añadir que también la política interior de los estados ha recibido grandes mejoras en el último siglo" (X, p. 71).

José Carlos Martin de la Hoz

David Hume, Ensayos políticos, edición de Josep. M. Colomer, ediciones Tecnos, Barcelona 2010, 154 pp.