El crisol de las ideas

 

Con el paso del tiempo y la habitual discusión de las ideas en el ámbito científico y su repercusión en la opinión pública, las ideas culturales, son sometidas al crisol del paso del tiempo y, sobre todo, a la serena búsqueda de la verdad y a la igualmente importante de la serenidad del juicio.

Efectivamente, igual que las novelas o las demás interpretaciones artísticas como pueden ser el cine, el teatro y la televisión, los ensayos filosóficos como los históricos, han de pasar la prueba del tiempo y algunos pocos -muy pocos- pasarán a la historia y serán estudiados, recordados, citados y convertidos, en definitiva, en verdadera fuente de inspiración, pero otros muchos quedarán reducidos al olvido, al polvo de la biblioteca o a la "cuesta mollano" como morralla, más de lo mismo, copias pobres y vulgaridades.

El revuelo que se produjo hace todavía muy pocos años como fruto de la publicación y divulgación del ensayo del profesor y politólogo Samuel P. Huntington acerca del choque de civilizaciones no ha producido las esperanzas que vaticinaba ni las utopías que preconizaba.

Debería haber sustituido a la lucha de clases marxista, al crepúsculo de las ideologías o a las guerras mundiales y sencillamente no ha sucedido nada, sino que cerraron las pocas organizaciones estatales y los escasos observatorios culturales que se crearon como la secretaria de Estado dedicada por Rodriguez Zapatero a estudiar el choque de civilizaciones.

Lo que, sin embargo, si ha pasado a la historia, una vez más, no es ni el fin de la historia de Yukuhama ni el choque de civilizaciones de Huntington, sino el sano ejercicio de la libertad personal y colectiva que transmite la democracia occidental a las culturas que lo deseen de ejercer la libertad y la capacidad del hombre para extraer, sin duda lo mejor, de cada cultura y de cada civilización para asimilarlo en la propia cultura; vivirlo, transmitirlo y perpetuarlo.

Es claro que tampoco ha funcionado la preconizada unificación y absorción de todas las civilizaciones y culturas en la llamada civilización occidental, como tampoco han reaccionado por igual los diversos países, culturas y civilizaciones ante la pandemia global y su expansión.

Una vez más se ha comprobado el viejo principio de que la unidad es útil y necesaria, pero la uniformidad ni es útil ni es necesaria. Por tanto la unidad de acción, la coordinación, la transmisión de ideas y experiencias en este mundo globalizado debe respetar la civilización de la diversidad de los pueblos, de modo que esa variedad haga atractivo, conocerse, tratarse y viajar. Aprendamos que el confinamiento global es un error cuando existe la mascarilla y el sencillo lavarse las manos, pero también aprendamos que es bueno seguir viajando y que basta con poner la mascarilla al que no la lleva.

José Carlos Martín de la Hoz

Samuel, P. Huntington, ¿El choque de civilizaciones? Y otros ensayos sobre Occidente, Alianza Editorial, Madrid 20290, 215.