El diálogo con los paganos


lang=ES-TRAD style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:

"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>La reciente reedición de la

Tesis Doctoral de Joseph Raztinger defendida en los años cincuenta acerca del

concepto de Iglesia como Pueblo y Casa de Dios en San Agustín, aporta luces de

gran valor para los problemas de nuesto tiempo.


lang=ES-TRAD style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:

"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>Casi a la mitad del libro, el

actual Benedicto XVI recordaba el diálogo de San Agustin con los paganos de su

tiempo (siglos IV-V). La pregunta que le planteaban al Santo de Hipona no era

acerca de la existencia de Dios, sino otra más real: ¿dónde está tu Dios?


lang=ES-TRAD style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:

"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>Los paganos mostraban orgullosos

sus dioses plásticos, pues la religión pagana no era una fe, sino un culto. En

ella cabían todos, con tal de que ofrecieran culto a los dioses tradicionales

al los que añadieron, como uno más, el culto al emperador. Era, por tanto, un

culto superficial y supersticioso. Además, era un culto que no comprometía a la

persona.


lang=ES-TRAD style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:

"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>Evidentemente, comentaba

Raztinger, el cristianismo chocaba, como ahora en aquél ambiente pagano, pues

los cristianos sólo se arrodillaban ante el único y verdadero Dios: "En un

medio intelectual así, la posición cristiana respecto a la fe en Dios y al

culto divino tenía que resultar claramente revolucionaria"(p.295).


lang=ES-TRAD style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:

"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>
style='mso-spacerun:yes'> También ahora, los nuevos paganos, enseñan a

los creyentes sus dioses concretos y tangibles: los valores que les mueven. Como

decía Raztinger: "La inmensa muchedumbre de los hombres está encorvada sobre la

tierra y es de forma terrena como entiende, o más bien malentiende, siempre

aquello que se encuentra" (p.65).


lang=ES-TRAD style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:

"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>Ante esta pregunta, recuerda

Raztinger que la respuesta de San Agustín intentaba despertar en sus oyentes la

vivencia de lo espiritual y "contemplar" por encima de la realidad sensorial

accesible, otro mundo que verdaderamente es de una realidad mucho mayor que la

asible: "Para el occidente latino, el conocimiento de la existencia de lo

espiritual se había, evidentemente, casi perdido por completo. La apropiación

interior de este conocimiento significó para Agustín la gran transformación, el

paso propiamente dicho y definitivo al cristianismo" (p.297).
style='mso-tab-count:1'>          


lang=ES-TRAD style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:

"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>Por tanto, a los dioses paganos

que le mostraban, Agustin enseñaba que: "el camino hacia la felicidad consiste

en la entrega a Dios del propio yo y esta entrega es consecuentemente también

el único culto necesario" (p.257).


lang=ES-TRAD style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:

"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>Así pues subrayaba Raztinger:

"Agustín opone, por tanto, al antiguo concepto ritual y cultual de sacrificio

uno nuevo. El sacrificio no es para él una celebración cultual, sino el hombre

consagrado y entregado a Dios" (p.261).  


lang=ES-TRAD style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:

"Times New Roman";mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>Quien descubre a Dios y lo

trata, entiende el mundo como provisional. La meta es el cielo, anticipada en

el culto eucarístico, pero definitivo en el cielo. "La pertenencia a la Iglesia

consiste en la participación en la Eucaristía" (p.293).


style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";

mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>           
style='mso-spacerun:yes'> Y terminaba Raztinger estas consideraciones

recordando que la distancia con Dios no es espacial, sino que consiste en el

pecado. La salvación pasa del ámbito del ser al del actuar. Así el nuevo culto

que instaura el cristianismo "viene caracterizado por el sacramento del cuerpo

de Cristo" (p.323).


style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";

mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>

 


style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";

mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>

 


style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";

mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>José Carlos Martín de la Hoz


style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";

mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>

 


style='font-family:"Times New Roman","serif";mso-bidi-font-family:"Times New Roman";

mso-bidi-theme-font:minor-bidi'>Joseph RATZINGER, Pueblo y Casa de Dios en la

doctrina de San Agustin sobre la Iglesia, ed. Encuentro, Madrid 2012, 422 pp.