El ejercicio de la teología

 

En este interesante trabajo dedicado a introducir al investigador en el estudio de la Ciencia Teológica, elaborado por el profesor de Teología Dogmática de la Universidad Pontificia de Comillas, el salmantino Ángel Cordovilla (1968), se recoge la amplia experiencia académica e investigadora de nuestro autor, las conversaciones con colegas, lecturas, conclusiones de congresos y reuniones internacionales y, sobre todo, se resume la amplia reflexión personal del autor, después de muchos años de dedicación, sobre su propio quehacer diario.

Precisamente, estamos, además, de una nueva edición reformada, completada y ampliada del primitivo texto del 2007 que ya tuvo una buena acogida por los estudiosos y alumnos de primeros cursos de la Facultad de Teología. Por tanto, vale la pena releer esta nueva edición con toda atención.

Como hombre de fe profunda, vivida y meditada en el propio estudio de la teología, el profesor Cordovilla observa detenidamente su quehacer como teólogo para abrirnos, posteriormente, el alma en una reflexión viva, sincera, en la que ofrece sus nuevas luces, ideas que le han llevado a una reescritura completa del libro, eso sí, presentada con verdadero y renovado gozo y entusiasmo por iluminar con la verdad y la belleza la teología del siglo XXI (12).

Además, Cordovilla ha tenido la oportuna idea de recoger junto a su proyecto de Teología, una valiosa y amplia síntesis de la verdadera aportación de los grandes teólogos del siglo XX a la Ciencia Teológica, aunque lógicamente haya tenido que centrarse en aquellos que habían escrito una introducción valiosa a esta materia, por lo que el texto ha quedado aún más enriquecido (15-20).

Resulta conmovedor que ya en el arranque del trabajo se habla de cómo es Dios quien ha tomado la iniciativa de revelarse al hombre, a cada hombre, al teólogo y a cada teólogo, de modo que hacer teología es entrar en conversación con el Dios que se revela en la escritura, la tradición, el magisterio y la propia oración personal: “el lugar interno, el corresponder” (20).

In mediatamente señala que la viabilidad, extensión y profundidad de la Teología Católica, como se observa, por ejemplo en el Nuevo Catecismo, se puede resumir en la Revelación que la Iglesia guarda y ofrece a los teólogos, contenida en la Sagrada Escritura y la Tradición Apostólica: “Dios ha hablado. Dios se ha revelado. Dios se ha manifestado y sigue dándosenos permanentemente a conocer. Por eso podemos hablar de la revelación como del origen y el fundamento de la teología” (46).

En seguida añadirá: “Al hablar de la revelación desde un punto de vista teológico tenemos que fijarnos especialmente en la persona de Jesucristo. Tanto la palabra de Dios como el misterio de la salvación se han cumplido y realizado en su persona. Él es la cara, el rostro, el aspecto y la realidad concreta en la que se manifiesta el ser mismo de Dios. Él es la Verdad y el Reino en persona la palabra última del Padre” (63).

José Carlos Martín de la Hoz

Ángel Cordovilla, El ejercicio de la teología, ediciones Sígueme, Salamanca 2019, 333 pp.