El espíritu de la modernidad (Glosa a un ensayo de Mássimo Borghesi)



¿Cómo entender nuestro tiempo?
¿Cómo comprender nuestra situación actual, la cultura en la que estamos
inmersos? Borghesi va recorriendo la vida del
pensamiento fundamentando el presente en el bullir de las ideas que lo preceden,
planteando el tema de lo sagrado, del retorno de lo sagrado, de cómo se ha ido
pergeñando la desecularización actual: la idea de que
la religión pertenece a la experiencia personal, privada; en la época de la
globalización, al hablar de religión vuelven a la palestra dimensiones de la
religión que parecían pertenecer al pasado; y se plantea si este proceso lleva
a un "verdadero renacimiento religioso" o, más bien, a una metamorfosis de la
religión que deriva hacia la forma actual de la secularización.


 


Borghesi
pone de relieve un cambio de paradigma: el cristianismo viene a constituir una
"hipótesis" y no la única. Emerge así, una juventud que se mueve entre el
escepticismo, la nostalgia de ideales y una religiosidad informe.


 


Del concepto de secularización surgen
dos significados en la modernidad. En un primer sentido, secularización indica
el proceso de privatización de la fe, autonomía de la moral respecto de la
religión: la moral ya no se fundamenta en la Revelaciuón,
sino en la razón. En un segundo sentido, secularización indica el traspaso de
la noción escatológica (judeocristiana) de "Reino de Dios", a un concepto
inmanente, secular, que se carga de significado religioso. Citando a Derrida nos dice que ambos sentidos tuvieron esencia
cristiana.


 


La Ilustración es la
secularización, y entra en crisis cuando el proceso de autonomía se dilata
hasta que el "humus" cristiano se deshace. De esta crisis surgen dos
perspectivas: la primera viene representada por el filón de pesimismo europeo.
La segunda es la que ofrece el segundo modelo de secularización, en la que la
forma cristiana se transforma en "gnosis" salvífica: de Hegel
a Marx, Nietzsche o Heidegger, hasta las revoluciones del siglo XX, la nueva
gnosis se nutre de nihilismo.


 


Se confrontan, por tanto, dos
modelos que se comportan de manera diferente respecto del nihilismo y el
cristianismo: el primer modelo vive de la distinción entre cristianismo y
cultura laica. El segundo realiza una metamorfosis del cristianismo que reactualiza la gnosis antigua. Con la crisis de este
segundo modelo se llega a la postmodernidad, en la
que la tendencia gnóstica se transforma en sublimación estética de los
conflictos; lo religioso tiene lugar tras la negación del "sujeto" que realiza
la cultura de la sospecha (Marx, Nietzsche,
Freíd). Su resultado es un sincretismo en el que convergen tendencias
postmodernas y espiritualidad "New Age".


 


En este marco, las claves de la
relación entre cristianismo y cultura hoy se aclaran. Asistimos, por un lado, a
una reducción del cristianismo a la cultura "occidental" y, por otro, a la
reducción mítico-gnóstica en el marco de la espiritualidad postmoderna: el
cristianismo se identifica con una determinada posición cultural, con lo que
desaparece el elemento de diferencia entre fe y razón, sentido religioso y
Revelación histórica, lo natural y lo sobrenatural. Si  lo sobrenatural se convierte en una propiedad
inmanente de lo humano, la esencia del hombre aparece como un "hacer dios"
según la mitología gnóstica.


 


¿Cabe diálogo entre esta posición
y el cristianismo?: la clara distinción entre naturaleza y gracia permite
encontrarse, en términos positivos, con aquella parte de la cultura
contemporánea de tipo ilustrado que vive la crisis de la secularización y, al
mismo tiempo, rechaza el sueño gnóstico. La nueva ilustración, rechazando la
teodicea de la razón, mantiene abierto el sentido del misterio, el sentido de
la diferencia entre religión, filosofía y política.


 


En esta perspectiva, según Borghesi, se sitúan las últimas reflexiones de Norberto Bobbio y las recientes de Jügen Habermas. La punta crítica de la cultura  ilustrada contemporánea, consciente tanto de
los vínculos entre cristianismo y cultura occidental como de los límites del
occidentalismo ideológico, pone así las premisas para un diálogo fructífero
entre cristianismo y mundo contemporáneo.


 


 


Luis Corazón González


Licenciado en Ciencias Físicas


Consultor de Sistemas de
Información


 


 


Para leer más:


 


Borghesi,
M. (2007) Secularización
y nihilismo
, Madrid, Encuentro


Volpi,
F. (2007) El nihilismo,
Barcelona, Siruela


Carr, J.Ll. (2004) Un mes en el
campo
, Barcelona, Pre-textos