El fuego y el barro

 

Con este sugerente e ilustrativo título, aborda el profesor de teología dogmática del Instituto Teológico San Ildefonso de Toledo y Director Espiritual en el Seminario Mayor de Toledo, Félix del Valle Carrasquilla, su interesante e iluminador texto sobre el tratado de la gracia, según su vertiente en los diversos planos teológico, antropológico, filosófico, espiritual y psicológico.

Precisamente, al abordar el plano natural y el sobrenatural de la antropología del cristiano en el transcurso de la vida terrestre, nuestro autor se detiene a hablar del verdadero fuego devorador del Espíritu Santo quién, a la vez, siempre respeta exquisitamente nuestra libertad, sin dejar de incendiar “como el fuego al barro” que se llena de luz, calor y sigue la perspectiva sobrenatural sugerida por Dios en el engarce de la libertad humana.

Es muy interesante el subtítulo del trabajo: “Gracia acogida o Gracia frustrada”, puesto que, aunque no aborde directamente, la cuestión de la disputa “de auxiliis” del siglo XVI, están siempre presente en la obra la conjunción de los dos planos del obrar humano del hombre: la libertad de cada hombre y la generosa y sobreabundante ayuda del cielo.

Es muy interesante que en el arranque de este trabajo al describir la triada maravillosa e inconcebible, no solo desde la antropología cristiana. Es decir, los tres pasos sucesivos: el de la verdadera santidad a la que hemos sido todos llamados y que recibimos como un don; en segundo lugar, la asimilación en el centro del alma del cristiano, donde se unen y entrelazan el cielo y la tierra y, finalmente, para terminar el fuego o fervor latente y constante del don del Espíritu Santo, el Paráclito santificador, que inhabita en nuestras almas (11).

Inmediatamente, nos recordará que hay una historia de la Salvación que narra la Sagrada Escritura y la historia de la Iglesia y una verdadera y “personal” historia de mi propia salvación (99), en la esperanza de la propia palabra de Dios que ha afirmado que “Dios quiere que todas las almas se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tim 2, 3-4).

Entre los muchos aspectos teológicos y espirituales que aborda nuestro autor, deseamos fijarnos especialmente en el concepto expresado en la Escritura: “Él nos amó primero” (1 Io 4,19), puesto que resulta clave para asentar la virtud de la humildad al que nuestro autor dedicará un amplio espacio (131-135). De hecho, afirmará enseguida con total contundencia que “Solo Dios nos conoce” (100), puesto que hemos de “aceptar la realidad” (113) que Dios ha creado y que presenta constantemente delante de nuestros ojos. Finalmente, concluirá que “soy libre porque sé quién soy” (125), lo que vuelve a retomar las primeras páginas acerca de la verdadera vida de oración, de la escucha de la palabra de Dios y del realismo de la dirección espiritual donde nos ayudan a discernir la voluntad de Dios y ponerlas en práctica con su ayuda (312).

José Carlos Martín de la Hoz

Félix del Valle Carrasquilla, El Fuego y el barro. Gracia acogida o Gracia frustrada, ediciones BAC, Madrid 2021, 313 pp.