Este libro de Olivia Laing (Chalfont St. Peter (Reino Unido), 1977, hará las delicias de todos los hombres y mujeres con vocación de jardinero, amante del cuidado de las plantas, las flores y arbustos.
Los lectores gozarán indeciblemente poniendo la imaginación en las increíbles descripciones de la autora de tantos jardines ingleses. Verdaderamente se nota la sensibilidad femenina y de artista de la jardinera jefe.
A la vez que describe su jardín y sus avances, narrará con todo detalle, lo que fue su vida durante la pandemia en un jardín por estrenar, en una casa con su silenciosa pareja en Cambridge, dedicados a pasar horas plantando, podando, quitando mala hierbas, sin necesidad de regar, diseñando y un sinfín de actividades verdaderamente relajantes y agradecidas.
También, los lectores asistirán a las pequeñas tragedias de la vida del jardinero: las pulgas, los insecticidas, las podas, los calores del verano y las granizadas y heladas del cruel y rudo invierno que pueden dar al traste con el trabajo paciente de miles de horas.
La traductora del libro ha hecho un enorme esfuerzo por traducir los nombres de las miles y miles de especies de plantas y flores nombradas por la autora en el jardín de la casa y de otros miles de especies que se citan provenientes de otros jardines ingleses, a la vez el esfuerzo de los matices de los colores y formas de las plantas, hacen verdaderamente una delicia su lectura.
Es una pena que la autora apenas haga referencias al mundo espiritual, a la belleza, a la creación y, en definitiva, que no nos hable de su oración personal mientras goza de la belleza. Seguramente, preferirá guardarlo para sí misma.
En cambio, hará unas referencias, muy escasas, a cómo sería la vida de Adán y Eva em el paraíso, pero tan tenues que, en realidad, solo se entiende suponiendo el agnosticismo de la autora y su desinterés por las cuestiones espirituales o al deseo de reservarse (127).
Al fin y al cabo, reconocerá que el paraíso era un jardín y, por tanto, como aficionada a diseñar jardines, era obvio que debía entretenerse con el paraíso terrenal, aunque fuera como un lugar común (57).
Es interesante, las constantes críticas a Trump que se dejan caer a lo largo del libro, actúan a modo de desahogo, de fatalidad que se abalanza sobre el mundo de modo irremediable (56, 80, 124).
José Carlos Martín de la Hoz
Olivia Laing, El jardín contra el tiempo. En busca de un paraíso común, Capitán Swing libros, Madrid 2024, 269 pp.