El poder de la izquierda

 

Es cosa bien sabida que a Franco no le derrotaron ni las urnas, ni los conspiradores, ni los militares, ni las revueltas estudiantiles y obreras, ni los infiltrados en los sindicatos oficiales ni en Falange, sino algo tan sencillo como los libros, el cine, la televisión, la pintura, la prensa, la literatura y, en general, la cultura.

 Cuando todo eso y mucho más, respiraba democracia y todo eso estaba en las calles, las inundaba, la traían los turistas que llenaban España, entonces pudo decir Adolfo Suarez, antes de desmantelar el régimen autoritario y convertirlo con la ayuda jurídica de Torcuato Fernández Miranda, en democracia: lleva a categoría de normal lo que a nivel de calle es simplemente normal.

Aunque todo eso sea así, además, tiene su historia, sus nombres y apellidos, los capitales que pusieron en marcha las editoriales, las librerías que los vendían y los profesores universitarios, los críticos que los recomiendan, o sencillamente los que se lo cuentan a otros.

Esta es la sustancia de la biografía que deseamos presentar ahora: un trabajo lleno de anécdotas, sucedidos sencillos, pequeñas tragedias y alegrías, sobre uno de esos hombres claves del periodo antecesor de la Transición, como es el abogado, periodista y editor Javier Pradera Gortazar (1934-2011).

Aquél joven abogado del ejercito del Aire que ganó sus oposiciones e hizo la mili en el cuerpo para terminar trabajando como representante de la editorial americana empezó con Fondo de Cultura económica en España, con Seix Barral y con la editorial de libros de bolsillo siglo XXI.

Como muchos otros jóvenes universitarios, fue captado por Javier Múgica y Jorge Semprún para el PCE y, como otros muchos, acabaron expulsados del partido o enterrados en la práctica, después de fracasos en las movilizaciones o como pago de haber estado en la cárcel franquista y recibir la indiferencia o el desprecio por sus críticas.

La historia de cómo los libros de todos los filósofos y pensadores importantes de todos los tiempos se podían comprar en las librerías de Madrid y Barcelona y a partir de ahí en todo el país. Se podía leer a Marcusse, Marx, Levinas o Kant. Hegel y Freud. No solo ediciones de sus obras en castellano, sino estudios sobre su contenido.

Es muy interesante descubrir como por unas pocas manos pasaban todos los libros, se encargaban las traducciones y las reseñas y recensiones, que eran publicados en periódicos y revistas. Todo muy documentado, aunque, lógicamente, edulcorado. Lo que es una pena es que el autor no haya investigado para nada el Opus Dei y repita los tópicos de siempre: tecnócratas de Carrero (52) y desconozca la figura de Antonio Fontán y la aventura con Calvo Serer, en el diario Madrid (107).

José Carlos Martín de la Hoz

Jordi Gracia, Javier Pradera o el poder de la izquierdaMedio siglo de cultura democrática, ediciones Anagrama, Barcelona 2019, 666 pp.