El libro de Turguéniev con este título es un ejemplo muy representativo de lo que puede ser, en la vida de cualquier joven, adolescente, el descubrimiento del amor por una mujer. La descripción de esta breve historia es magistral y el lector se encuentra fácilmente en medio de esta relación natural, habitual, propia de la naturaleza del hombre, que descubre, de pronto la diferencia entre una niña y una mujer.

El autor nos introduce con acierto, en una historia que ha sido normal durante siglos, desde que el hombre deja de ser niño y se encuentra con una mujer que le fascina. Una historia normal que viven desde siempre los adolescentes, y también ahora, aunque en los días que vivimos nos podemos encontrar con muchos chicos que antes de descubrir su amor se han hundido en la pornografía.

Una historia como la que cuenta Turguéniev se ha producido durante años y siglos, en todas las sociedades y en todas las religiones. La maravilla del descubrimiento del amor, de algo que va mucho más allá que la atracción sexual propiamente dicha. En la breve historia este libro se cuenta lo que hemos visto siempre. Ahora puede haber jóvenes que descubran su amor en la belleza de una compañera, de una amiga, y otros que solo han descubierto el placer sexual al ver pornografía. Estos, puede ocurrir que nunca lleguen a saber lo que es amar.

Esto puede suponer un cambio social totalmente antinatural que no ha ocurrido nunca. Un daño a los jóvenes que puede ser incurable. Puede ocurrir que sea irreparable, porque imbuido por las experiencias sexuales no descubrirán, quizá nunca, lo que es auténticamente bello. ¿Será esto la causa de muchos divorcios?

Al leer esta novela de Turguéniev surge fácil y lógicamente, el recuerdo de la maravilla de esos momentos únicos en la vida de los hombres: el descubrimiento limpio de la belleza de las mujeres. El enamoramiento es algo único, muy lejano del placer sexual.

Deben estar atentos los padres. Si consienten en que los hijos estén libremente entretenidos con un móvil desde muy joven, se harán responsables de que sus hijos no lleguen a vivir lo que es el auténtico amor. Es una grave carga. Si ellos, los padres, saben controlar la situación en casa, explicando, además, a sus hijos el porqué de las limitaciones en el uso del móvil, les estarán haciendo un gran favor.

Recomiendo la lectura de esta breve historia. El lector se encontrará con una situación totalmente natural, normal, atractiva. Muy bien narrada. Adentrarse en los sentimientos del adolescente en esas circunstancias es tarea no sencilla. El lector al leer esta historia participa de los gozos, de los dolores, de las alegrías y de las contradicciones, normales en un muchacho normal y limpio.

Los padres que lo lean serán más conscientes de la responsabilidad que ellos tienen de que esto ocurra en su familia y el daño tan grande que pueden hacer cuando permiten que sus hijos se perviertan por el uso incontrolado del móvil.

Ángel Cabrero Ugarte

Iván Turguéniev, Primer amor, Pequeños placeres 2025.