El reinado de Fernando el Católico (1451-1516)

Henry Kamen, uno de los grandes historiadores del siglo XV-XVI, autor de grandes monografías de ese período de la historia de España, sobre temas como la Inquisición, la Reforma de la Iglesia, de las órdenes mendicantes, etc., nos ofrece ahora una visión nueva y original, en muchos aspectos: la del rey de Aragón Fernando el Católico y de su esposa, la reina de Castilla, Isabel La Católica.

Como señala Kamen desde el principio: se trata de estudiar la vida y los mitos de uno de los fundadores de la España moderna. Lo que hará con motivo de celebrarse el quinto centenario de la muerte del monarca.

El trabajo podría condensarse en estas palabras de Kamen: "El amor de ambos sin duda se sometió a duras pruebas, precisamente por el contraste de caracteres entre la intransigente, devota y casta Isabel y el mundano, flexible y frecuentemente infiel Fernando, cuyas argucias políticas le granjearon para siempre un lugar y fama en El príncipe (1513) de Maquiavelo. La excepcional capacidad política de la reina quedó registrada por todos los contemporáneos y le resultó utilísima en los difíciles años de la guerra civil, mientras que Fernando aprovechó su gran experiencia en las relaciones con mandatarios extranjeros para hacerse con el liderazgo en la política internacional y en los asuntos bélicos" (73).

A lo que añade, páginas más adelante, con una trabada y solvente investigación, por la cual llega a la sorprendente conclusión: "Por lo que a ella le afectaba, Fernando era un rey perfecto: era el elemento masculino en un mundo fuertemente masculino, el elemento que dotaba de peso sus decisiones cuando era a ella a la que correspondía la voz decisoria; era el comandante en jefe de sus ejércitos, y naturalmente era la voz dominante en todos los asuntos que concernían a la corona de Aragón. Sin él, el reino jamás habría alcanzado los objetivos y el éxito que alcanzó, aunque este sea un hecho que no se le han reconocido mucho en las biografías hagiográficas que se han escrito sobre la reina Isabel. En muchas esferas políticas de vital importancia, tales como los asuntos internacionales y los temas  concernientes a la Inquisición, fue Fernando quien tomó el mando decisivo, y no Isabel, un hecho que puede apreciarse fácilmente en la correspondencia que ha llegado hasta nosotros" (99).

Desde luego, la expulsión de los judíos en plena euforia tras la conquista de Granada y para ocultar los errores del inquisidor Lucero (apartado enseguida por los Reyes Católicos por su inquina sobre Fray Hernando de Talavera, a quien conocían y valoraban sobradamente los monarcas). La expulsión fue un error, pues significaba no poder proteger a una minoría que no estaba detrás ni de la realidad de los judaizantes, ni de la ignorancia del pueblo (219).

 

José Carlos Martín de la Hoz

Henry Kamen, Fernando el Católico. 1451-1516. Vida y mitos de uno de los fundadores de la España moderna, ed. La esfera de los libros, Madrid 2015, 381 pp.