El ser que cuenta

 

Hace unos días hablaba con un catedrático de universidad y me explicaba con todo detalle un posible master en Inteligencia artificial y, sorpresivamente, descubrí en la librería Antonio Machado, cerca de la Gran Vía, este magnífico trabajo del catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, Víctor Gómez Pin (Barcelona 1944) acerca de la singularidad humana en todos los órdenes del saber y su relación con la Inteligencia artificial del futuro, que ahora vamos a comentar.

Efectivamente, lo primero que ha de quedar claro en este apasionante debate es la singularidad humana frente a la naturaleza animal y frente a cualquier programación de una inteligencia artificial.

Inmediatamente, hemos de añadir que el profesor Víctor Gómez Pin lleva muchos años escribiendo este trabajo pues en él quedan reflejados muchos retazos de pensamientos e ideas tomados de la literatura clásica, de la historia de las ideas científicas y literarias, de la historia de la ciencia, del arte, de la poesía y de gnoseología. Es decir, estamos ante un libro excepcional, por la riqueza de las aportaciones y por la variedad de fuentes utilizadas.

Verdaderamente, la singularidad humana está tan bien reflejada que me parece que este libro podría ser un buen manual para un master en Inteligencia artificial pues aporta los suficientes conocimientos y temas de reflexión que ayudará a los alumnos de cualquier universidad a entrar en un fecundo debate. Pronto tendremos estos másteres en todas las universidades decentes de este país y tendremos especialistas en la materia que nos enseñarán a aplicarlo en tantos campos de la vida y de la ciencia. Es decir, no destruiremos empleo, sino que le sacaremos partido a este magnífico instrumento.

Una de las apreciaciones más interesantes de Víctor Gómez Pin se refiere a la tendencia de la actual Inteligencia artificial a ser verdaderamente ecléctica y a responder, sobre todo en los temas conflictivos, de modo políticamente correcto y con evasivas. Se nota que sus programadores son y actúan de esa manera. “de tal palo tal astilla” (95).

También, destaca nuestro autor la falta de imaginación, excesivo número de copieteo a modo de resumen de colegial, tomando de aquí y de allá. Resulta efectivamente, muy fácil descubrirlo, pues copiar empobrece (17). Como afirma nuestro autor: “imperan las técnicas de imitación” (112).

Desgraciadamente hay muchas ideas usadas por otros, pues “no es un ser pensante, sino programado (292). Terminemos con una frase hecha: “de aquí a 200 años la llamada mano de obra será en exclusiva robótica” (337).

José Carlos Martín de la Hoz

Víctor Gómez Pin, El ser que cuenta. La disputa sobre la singularidad humana, Acantilado, Barcelona 2025, 558 pp.