Los profesores Escudero y Roncero editan las Actas de dos
interesantes reuniones científicas celebradas en 2008, en New York y Stratford
(Cánada), sobre la violencia en la literatura del Siglo
de Oro de las letras hispánicas. Por la altura de las comunicaciones y lo
variado de sus autores, estas páginas muestran el interés que sigue despertando
nuestra literatura en el mundo.
Es interesante, para situarse ante los parámetros
históricos, subrayar que en aquella época la violencia estaba muy extendida.
Como señala Roncero: "Las refinadas cortes francesa, inglesa o española se
convertían en escenarios de actos crueles en los que se inflingía
daño a un ser humano indefenso, hombre o mujer, para regocijo de los
class=SpellE>meliores
style='mso-bidi-font-style:normal'> terrae" (p.244).
De todas formas recordemos cómo el teatro del siglo de
Oro tiene un fondo teológico profundo y muestra la hondura del pensamiento y de
los principios cristianos de la sociedad en donde se desarrolla. Como resalta
class=SpellE>Isabelle
Bouchiba-Fochesato
acerca de Tirso de Molina y de su famoso "enseñar deleitando": "La violencia
siempre tiene el mismo objetivo, es decir, convertirse en el vector de la
edificación moral y religiosa del lector espectador" (p.47).
La teología del barroco está en su máximo esplendor y eso
se muestra en la literatura, como afirma la misma autora: "El castigo, por
merecido que sea, nunca es una venganza personal, ni siquiera institucional,
sino un acto de justicia divina. Los hay también que, después de actuar
violentamente, se arrepienten y se salvan. Los hay, por fin, que sufren
violencias externas sin nunca querer vengarse de éste" (p.51). Y añade poco
después: "La violencia que estos monstruos concentran en sí y que ejercen sobre
los demás, siempre víctimas sintetiza más que la simple y banal violencia ya
que es ante todo una violencia contra el orden divino. De allí la necesidad de
una intervención divina que ponga un punto final a la violencia injusta" (55).
Finalmente, vuelve a remacharla autora la visión
pedagógica del teatro: "La violencia sufrida es, el mayor argumento a favor de
la ejemplaridad del protagonista y de allí el carácter nefasto de la violencia
humana. Esta ejemplaridad de un personaje de comedia desempeña, a su vez, una
función pedagógica para el espectador" (54).
Las crónicas de indias fueron un género literario de gran
importancia en el siglo XVI y, en cierto modo, vinieron a sustituir a las
novelas de caballería insustanciales de épocas anteriores. Son, al efecto
ilustrativas las páginas dedicadas por Paul Firbas a
la Araucana y las gestas americanas: "Los episodios de la violencia en la
Araucana (Alonso de Ercilla) en los cuales los indios
son victimas de los excesos españoles están marcados por la perspectiva del yo
testimonial" (91).
En definitiva un trabajo que vale la pena leer con
detenimiento y que muestra la actualidad del Siglo de Oro y la necesidad de
reponer sus obras.
José Carlos Martín de la Hoz
J.M.ESCUDERO y V.RONCERO
(eds.), La violencia en el mundo
hispánico en el siglo de oro, ed. Visor libros, Madrid 2010, 415 pp.