El tratado de la creación

 

Dentro del clima creado por el concilio Vaticano II acerca del necesario diálogo de la fe y la ciencia y que ha sido renovado más recientemente por san Juan Pablo II y Benedicto XVI en las dos Encíclicas clave: “Fides et ratio” (1998) y “Veritatis splendor” (1993), se ha celebrado en Los Rosales (Villaviciosa de Odón, Madrid) unas Jornadas de estudio para especialistas en la cuestión de la creación.

Evidentemente, el clima sereno y cordial, que se ha suscitado en los intensos debates de estos días ha proporcionado a los asistentes un deseo renovado de estudiar y profundizar más en las diversas cuestiones suscitadas y, por tanto, también, en otros temas colaterales. La alegría de los participantes al regreso a sus ciudades de origen y los trabajos habituales, expresaba muy gráficamente la recuperación de la confianza en la razón y en la fe para seguir avanzando en el conocimiento de este misterio consolador que es la creación del universo y, más concretamente, del género humano, pues indudablemente junto a la fe en el creador está siempre unida la confianza en la providencia ordinaria y extraordinaria de Dios.

Lógicamente, el tema propuesto para las siguientes Jornadas de Estudio, consensuado incluso con fechas y con los posibles ponentes y temas de estudio e investigación, será el tratado de la cristología, pues precisamente ya en esta Jornada ha resultado habitual la referencia al Logos y porque la cristología y la centralidad de Jesucristo son los temas propuestos por el Santo Padre Francisco y por el prelado del Opus Dei Mons. Fernando Ocáriz.

En la edición que acaba de concluir ha destacado la intervención del profesor Josep Ignasi Saranyana, miembro del Pontificio Comité de la Ciencias históricas de Roma y actualmente profesor tanto en la Universidad Internacional de Cataluña con sede en Barcelona como de la Facultad de Teología de dicha localidad.

El profesor Saranyana, gran especialista en la historia de la teología y de la Filosofía medieval ha trazado en grandes líneas “la creación ex nihilo” y su expresión en la Sagrada Escritura, los grandes Padres de la Iglesia, San Agustín, Hugo de San Víctor en Santo Tomás de Aquino para concluir en la Neovulgata y en el Credo del Pueblo de Dios de san Pablo VI.

Indudablemente, el detenido, culto y muy bien documentado y expresado recorrido histórico ha servido a los asistentes para recordar las grandes expresiones de la física actual, metafísica, Escritura y Teología acerca de este dogma fundamental de la Iglesia Católica de la creación obrada por Dios en el tiempo y entregada al hombre para su gobierno, que como ha recordado el santo Padre Francisco en la “Laudate Si”, ha de hacerse de modo análogo a como gobierna el creador manteniendo la libertad y la responsabilidad.

Alrededor por tanto del debate suscitado en las siguientes ponencias se recogieron las principales aportaciones de la teología y filosofía de nuestro tiempo desde los diversos ángulos: la teología de Ratzinger, el personalismo de Juan Pablo II, la filosofía de Leonardo Polo, Ortega, la Fenomenología de Heidegger y la síntesis de Santiago Sanz.

José Carlos Martín de la Hoz