El valor de las dificultades



El sacerdote y escritor
Pablo d’Ors ha redactado una magnífica autobiografía
novelada del sorprendente del francés Charles de Foucauld
(1858-1916): militar, explorador, trapense eremita y Fundador de los hermanitos
y hermanitas de Jesús que realizan una extraordinaria misión de avanzadilla de la Iglesia Católica
en tantos países islámicos.


El trabajo está bien enmarcado y el autor ha logrado
entrar de lleno en el alma del biografiado. Esto hay que recordarlo
periódicamente, pues en muchos momentos el lector tiende a olvidarse de que no
todas las afirmaciones y pensamientos son literales de ese hombre de Dios. El
resumen es que la santidad personal que aquí se novela es muy parecida a la
real, a la verdadera experiencia de la vida cristiana..


El libro arranca con una llamada a la oración y al ayuno
y esa será la temática de esta novela. La vida de Charles de Foucauld es la historia de su oración personal. De ahí que
el argumento se reitere abundantemente: sin
desprendimiento material y sin tiempos de soledad es muy difícil
recorrer el itinerario de la oración. El libro termina por ser un verdadero
aldabonazo al olvido del propio yo, como refleja el hermoso pasaje de esta obra
cuando Dios llama a Foucauld con estas palabras: "Ven
sin nada" (p.227).


El libro refleja bien el clima de expansión misionera de
los siglos XIX y XX. También en zonas del mundo de predominio abrumador
islámico donde con grandes esfuerzos e incomprensiones Dios quería hacerse
presente con la Eucaristía
diaria y con el ejercicio de la caridad, especialmente entre los enfermos y los
más necesitados. Así las páginas dedicadas a la misión de Tamanrasset,
entre los tuareg, son muy ilustrativas (pp. 304 y ss). Una vez más se explica cómo la misionología
se realiza con la santidad de vida, como explicaba Juan Pablo II en la Ex. RedemptorisMissio de 1987. Es decir, la acción de la gracia en las
almas, el respeto a la libertad y a la entrega de Dios a cada uno.


Finalmente, el libro expresa crudamente el sentido cristiano
de la contradicción, de la presencia de la cruz en la vida cristiana y
apostólica, es decir, el valor de las dificultades. Los aparentes fracasos de Foucauld entre los tuareg o como
trapense, o como ermitaño en Tierra Santa, se nos muestran como el triunfo del
amor y de la humildad para dejarnos un autentico ejemplo de santidad de vida.
"Quien fracasa y no desespera está en las mejores condiciones para entender y
vivir el evangelio. Por eso fracasar puede ser la mayor de las suertes y la
mejor de las bendiciones. Y por eso educar a un cristiano consiste en
entrenarle a fracasar bien" (p.39).


 


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


 


Pablo d’Ors,
El olvido de
, ed. Pre-textos, Madrid 2013, 386 pp.