El valor de las dificultades

 

La presentación de la portada, que incluye una cita del libro de la Sabiduría 2,5: “El hombre se acrisola en la tribulación”, lleva a pensar en un libro de espiritualidad, cuando en realidad es un ensayo sobre algunos sucesos de la Historia de la Iglesia. Pero esa feliz confusión ayuda a entender no solo que “lo difícil acerca a Dios”, según se lee en el subtítulo, sino que los problemas y dificultades sufridos por la Iglesia a lo largo de los tiempos, forman parte de los planes de Dios para la santidad de su Pueblo y de cada uno de sus miembros.

Los diferentes episodios difíciles de la Historia de la Iglesia que Martín de la Hoz describe, desarrollados en 19 apartados, acaban con un último capítulo titulado “Regalos de Dios”, donde describe el ánimo que infunden los tres últimos Pontífices para confiar en la amorosa Providencia de la gracia de Dios, pues como asegura el Papa Francisco: la fe hace descubrir una gran llamada, la vocación al amor, y este amor vale la pena porque está fundado en la fidelidad de Dios, más fuerte que todas nuestra debilidades (pág. 254). La lección principal de los episodios históricos que se tratan en este libro es, según su autor, que aprender a amar es aprender a luchar y a confiar en Dios.

Para llegar a esta conclusión describe algunos momentos decadentes de la historia, como “el escándalo de los Borgia” (cap. 7), o si “¿se puede creer después de Auschwitz?” (cap. 16). Pero la mayoría de los capítulos se centran en las tribulaciones de algunos grandes personajes de todas las épocas, que el autor tiene bastante estudiados: “Boecio y la consolación de Dios” (cap. 2), “Sta. Hildegarda y los obstáculos” (cap. 4), “el maestro Eckhart y la divulgación” (cap. 5), “El ‘fracaso’ de Ramón Llull” (cap. 6), “los ‘enemigos’ de Fray Luis de León” (cap. 10), “los cólicos de S. Juan de Ávila” (cap. 11), “el P. Pío y los suyos” (cap. 17), “B. Teresa de Calcuta y la prueba de la fe” (cap. 18), etc. También describe algunos momentos especialmente señalados en torno por ejemplo al “terremoto de Lisboa” (cap. 13), o a los comienzos de la Ilustración: “del deísmo al ateísmo” (cap. 14), etc.

El primer capítulo se titula “El Pastor de Hermas y la decadencia”, donde ya se comprueba que las dificultades se remontan a los primeros cristianos. Que el libro sea tan variopinto en las coordenadas espacio-temporales ayuda a valorar la Providencia de Dios, que se manifiesta en esa mezcla de dolor y gozo que han experimentado los santos, a lo largo de toda la historia.

“Los fracasos o errores no deben defraudar la confianza. Partimos del pecado original y de sus restos, pero también de la capacidad de rectificar, de rehacernos, de aprender de nuestros errores” (pág. 11). En el libro se presentan algunas de las dificultades con las que se enfrenta un cristiano a lo largo de su vida, contempladas en variados personajes históricos, para que no nos asombremos de lo que nos pueda suceder. Se recuerda cómo esos cristianos de todos los tiempos aceptaron sus dificultades y las resolvieron, lo cual ayuda a los lectores a disponerse con buen ánimo para no arredrase ante las contrariedades y a confiar en la gracia de Dios que nos acompaña a lo largo de toda la vida.

Libro recomendable para los que están convencidos de que la historia es maestra de vida, y la historia de la Iglesia es una fuente de vida espiritual.

 

Javier Rodríguez Martínez

 

José Carlos Martín de la Hoz, El valor de las dificultades, Cobel Ediciones, Madrid 2014, 260 pp.