Emigrantes en Barcelona

El historiador y novelista Martínez Pisón nos presenta, a
través de relatos de diversos testigos, la vida de Justo Gil un emigrante
aragonés llegado a Barcelona, como tantos miles de personas procedentes de toda
la geografía española, a comienzos de los años sesenta.

La degradación de ese joven ambicioso avispado que no
duda en traicionar a quien pueda con tal de ascender en la escala social y
ganarse la vida, como traficante, comerciante o confidente de la policía, le
sirve al autor para dibujar el mapa de la sociedad barcelonesa en los años
sesenta y setenta.

Lógicamente, Pisón no pretende reflejar completamente la
vida y la cultura del período, pero la novela resulta significativa de
determinadas capas sociales de la época. Así, se da más cabida a los llamados
movimientos subversivos del Régimen, comunistas sobre todo, que a los
nacionalistas.

El trato que da a la acción de la Iglesia en ese período
es escueto y correcto; más bien se detiene en la escasa formación de los emigrantes
y clase media baja que les hace sucumbir antes las primeras infiltraciones del
marxismo y de la secularización a través de lecturas mal digeridas o de las
corrientes de moda.

Se vislumbra que junto a personas que viven
superficialmente su vida cristiana y buscan en el sexo un escape, hay otras que
desean construir una familia cristiana. Esto último, sólo se apunta.

La visión de la vida política en el tardo franquismo descrita
por Martínez Pisón, es la de una sociedad que mayoritariamente vive al margen
de la política concreta, dedicada a sus quehaceres, pues era necesario trabajar
muchas horas para sacar adelante a la familia.

Como historiador Martínez Pisón ha logrado reflejar bien
un sector de la sociedad barcelonesa de ese período, como novelista ha logrado
una novela interesante que ayudará a los jóvenes a entender una época de la
historia de Cataluña.

José Carlos Martín de la Hoz

Ignacio MARTÍNEZ DE PISÓN, El día de
mañana, ed. Seix Barral, Barcelona 2011, 382 pp.