Encuentro de esperanza

 

Luigi Giussani (1922-2005) permanece entre nosotros propiciando encuentros diarios con Dios y, por supuesto, esos encuentros dejan la huella indeleble de la esperanza que no tiene fin.

Afortunadamente todavía se conservan textos inéditos del fundador de Comunión y Liberación y por tanto todavía tendremos tiempo y razón para disfrutar de su oración en voz alta recogida y plasmada en forma de textos que podremos leer y releer.

En esta ocasión ediciones Encuentro ha recogido y editado algunos discursos palabras sobre la esperanza, que nos ayudarán en estos meses finales del jubileo de la esperanza, convocado por el papa Francisco bajo el lema de, “spes non confundit” (Rom 5, 5).

Lógicamente, las primeras palabras pertenecen a una alocución de Giussani reclamando de los suyos no tener “miedo de la propia juventud”, es decir del entusiasmo y pasión propias de ese periodo de la vida: avivar los deseos (19), e incluso de los “deseos más agudos porque son los más precisos” (21).

Es muy interesante el análisis humano de la esperanza que realiza Luigi Giussani cuando concluye que la peor debacle humana es convertir el deseo en escepticismo, pues sería dilapidar uno de nuestros mayores tesoros (25).

Enseguida recordará que habitualmente las amistades son enriquecedoras, pero también puede suceder con algunas personas tóxicas que lo que comienza siendo una amistad termina por derivar en una cadena o como la denomina Giussani “una prisión” (27). Por eso concluirá que el “lugar del encuentro debe renacer la voz y amplificarla no apagarla” (31).

El encuentro de Jesús con el joven rico narrado en el Evangelio (Mc 10, 17-22) marca un cambio de ritmo en este interesante tratado sobre la esperanza, pues la pregunta de Luigi Giussani sería la siguiente: ¿Quién eres tú maestro para decirme Sígueme? ¿Acaso soy yo de tu pertenencia? (62). Evidentemente que si pues el hombre que responde por amor a la llamada de Dios ha vencido la resistencia interior y ha vencido el amor en él (63). De hecho, Jesús le dijo a Judas y nos lo recuerda a nosotros cada día: “¿Amigo a qué has venido?” (Mt 26, 50).

Terminará Luigi Giussani esta disertación con unas certeras palabras acerca de la virtud divina y humana de la paciencia que siempre estará en la lógica de Dios y en la de los hombres: “la implicación de la raíz” (73). Por tanto, necesitaremos ejercitarnos en ella y veremos a Dios sonreír.

José Carlos Martín de la Hoz

Luigi Giussani, El encuentro que despierta la esperanza, Encuentro, Madrid 2025, 138 pp.