Europa encadenada

 

La batalla ideológica dentro de la Unión europea se está manejando en la calle, en las conversaciones entre amigos, pero también en la propaganda de una izquierda debilitada por el individualismo que ya solo tiene un único mensaje: debemos unirnos todos antes de que gobierne la derecha. En realidad, es el mismo mensaje que funcionó en la segunda República española.

Confiemos en que los demócratas europeos confíen en que las fuerzas políticas democráticas y de corte liberal puede gobernar la comunidad europea y sacarla de la profunda crisis económica y cultural que está padeciendo: sin valores ni libertad.

Durante muchos años existía un humanismo que estaba por encima de los partidos políticos y que respetaba la carta universal de los derechos humanos, la dignidad de la persona humana y la solidaridad.

Desgraciadamente ese humanismo que propició la Escuela de Salamanca hace ahora quinientos años, debe ser revitalizado e impulsar para que vuelva a llegar capilarmente hasta el último rincón de la sociedad para fijar un nuevo humanismo democrático, solidario, global, feminista, digital y respetuoso con la dignidad de la persona humana y abierto a la trascendencia.

Sami Naïr, catedrático de Ciencias Políticas y diputado europeo (1997-2004), autor de este ensayo se muestra partidario decidido de políticas sociales invadientes y más impuestos, pero por ahí solo regresamos “al miedo a las derechas” y al bloqueo actual de los agentes sociales y de la libre iniciativa.

Nuestro autor no termina de aceptar sencillamente que se ha terminado el estado del bienestar y, por tanto, la solución no está en volver a negociar los tratados de la unión europea (236), sino de propiciar el crecimiento de la economía con mayor libertad, bajada de impuesto, ayudas a las familias, control de la inmigración y devolver la ilusión a los europeos en un nuevo proyecto, crecer en innovación, en empresas rentables (239).

Asimismo, Europa debería seguir avanzando en convergencia jurídica, de política fiscal, de creación de empleo, es decir hay todavía mucho camino que recorrer en esos terrenos que, como bien sabemos, se apoyan en la inconclusa Constitución de la Unión y la determinación de las raíces de la misma, que como sabemos coincide con el humanismo que se impuso tras las dos guerras mundiales.

Pero nuestro autor, solo ve esas perspectivas de unión y crecimiento de términos de ingeniería social, medidas sociales, subidas de impuestos, opinión pública, intervención en los debates (247).

José Carlos Martín de la Hoz

Sami Naïr, Europa encadenada. El neoliberalismo contra la Unión, Galaxia Gutenberg, Barcelona 2025, 261 pp.